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sábado, 24 de julio de 2010

Deja tu trabajo o te cortamos la cabeza

Las mujeres de las zonas controladas por los talibanes en Afganistán dicen que de nuevo están siendo amenazadas, atacadas y obligadas a abandonar sus puestos de trabajo y estudio.

Estas mujeres han sufrido ataques y recibido cartas en las que se les advierte del empleo de la violencia si continúan trabajando e incluso si llaman a una emisora de radio para pedir una canción.

Una maestra de una provincia del sudeste afgano recibió una carta que decía: "Le advertimos que deje su trabajo como maestra tan pronto como sea posible. De otro modo cortaremos la cabeza a sus hijos y quemaremos a su hija". Otra mujer, Jamila, fue amenazada en agosto de 2009 a través de una carta que llevaba la insignia talibán mientras trabajaba en una comisión electoral local. Decía: "Usted trabaja en la oficina electoral junto a los enemigos de la religión y los infieles. Debe dejar su trabajo, de lo contrario podríamos cortarle la cabeza". Jamila hizo caso omiso de la carta y días más tarde su padre fue asesinado. Entonces dejó su trabajo y se mudó de casa.

Los activistas temen que los derechos de las mujeres sirvan para negociar un acuerdo entre los talibanes por un lado y el gobierno afgano y los EEUU por otro. Creen que si los talibanes participan en el gobierno la mujer volverá a ser reducida a un estado similar a la esclavitud, como cuando gobernaban la mayor parte de Afganistán entre 1996 y 2001. En aquella época, las mujeres no podían salir de su casa si no iban acompañadas por un pariente cercano del sexo masculino y tenían que cubrirse con el burka.

Las mujeres, que constituían el 70 % del profesorado y el 50 % del funcionariado público, no podían trabajar salvo en la asistencia sanitaria, a pesar de lo cual hubo severas restricciones y muchas mujeres morían al dar a luz, por enfermedad o por falta de atención médica. La ONU estima que sólo el 3 % de las niñas recibe educación primaria bajo el régimen talibán.

Después de que durante el último año la guerra llegase a un punto muerto, los líderes afganos han abonado el terreno para mantener conversaciones con los insurgentes alegando que ahora son más moderados y pragmáticos que cuando fueron derrotados en 2001. La idea de que hoy los talibanes son menos hostiles hacia las mujeres está en contradicción con las experiencias vividas por éstas en las zonas bajo dominio talibán. Un informe de Human Rights Watch -basado en entrevistas con 90 mujeres de cuatro provincias diferentes- muestra que están siendo privadas de todos sus derechos.

La carta que reciben estas mujeres trabajadoras dice más o menos así:
"Usted está trabajando para el gobierno. Los talibanes le advierten que deje de trabajar para el gobierno, de lo contrario se le quitará la vida. Vamos a matarla de una forma dura, que no se ha empleado con ninguna mujer. Esto será una buena lección para las mujeres como usted que están trabajando. El dinero que usted recibe es "haram" (prohibido por el Islam), procedente de los infieles. La elección ahora es suya".


Fuente: The Independent

1 comentario:

  1. Además de estar anclados en la peor época de la Edad Media, estos talibanes son crueles y misóginos, creo que odian a las mujeres con una actitud de psicópatas.

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