domingo, 28 de diciembre de 2014

Desaparece otro avión malasio

Un avión de la compañía malasia AirAsia con 162 personas a bordo que cubría la ruta entre la ciudad Indonesia de Surabaya y Singapur desapareció la mañana de este domingo de los radares. Las autoridades aéreas perdieron el contacto con el aparato, un Airbus A320-200, a las 7.24 hora local (1.24 hora peninsular española), unos 45 minutos después del despegue, mientras el aparato sobrevolaba el Mar de Java.

“AirAsia lamenta confirmar que el vuelo QZ8501 de Surabaya a Singapur ha perdido el contacto con la torre de control (…) No tenemos más información sobre el estado de los pasajeros y tripulantes a bordo”, confirmó la aerolínea en un comunicado a través de su página oficial de Facebook. La ruta es de 1.362 kilómetros y se cubre en unas dos horas.

El avión despegó del aeropuerto internacional de Surabaya a las 5.35 hora local y debería haber llegado a Singapur a las 8.37. Un oficial del Ministerio de Transportes de Indonesia, Hadi Mustofa, explicó a los medios locales que el piloto del avión, que volaba a 9.800 metros de altura, pidió permiso para subir hasta los 11.600 metros por problemas de visibilidad y las condiciones meteorológicas. La compañía, por su parte, ha informado en una nota que la aeronave había "solicitado un desvío debido a malas condiciones meteorológicas en la ruta antes de que la comunicación con el aparato se perdiera cuando aún estaba bajo el control aéreo indonesio".


Las operaciones de búsqueda de la aeronave han comenzado de inmediato entre las islas de Kalimantan y Java, aunque han sido ya suspendidas por la caída de la noche hasta el lunes por la mañana. Algunos medios locales apuntan que se han encontrado unos posibles restos de la aeronave al este de la isla indonesia de Belitung, una tesis que no ha sido confirmada ni por la compañía ni por las autoridades indonesias. El avión tenía combustible para volar durante 4 horas aproximadamente.

En el aparato viajaban 155 pasajeros, entre ellos 16 niños y un bebé, además de los dos pilotos y cinco miembros de la tripulación –cuatro azafatas y un ingeniero-. La mayoría de los desaparecidos son de nacionalidad indonesia (155), pero también tres surcoreanos, un malasio, un francés, un británico y un singapurense, según AirAsia. El piloto y el primer oficial contaban con 6.100 y 2.275 horas de vuelo respectivamente. El artefacto superó con éxito su última revisión el pasado 16 de noviembre.

Las tareas de búsqueda del aparato las lidera la Autoridad de Aviación Civil de Indonesia con la ayuda del Ejército, que ha enviado un Boeing 737 de la Fuerza Aérea de Indonesia, seis buques y tres helicópteros, según explicó el ministro de Transporte de Indonesia, Ignasius Jonan. Un portavoz militar, Hadi Tjahjanto, explicó que los esfuerzos se concentran en el área alrededor de la isla de Belitung. Malasia y Singapur también han ofrecido la colaboración de sus ejércitos para localizar el aparato.


Fuente | El País

viernes, 26 de diciembre de 2014

Ser albino en África

El albinismo no es más que una rara condición genética caracterizada por la ausencia congénita de pigmentación de ojos, piel y pelo en humanos y animales. Es hereditario y aparece con la combinación de dos portadores del gen recesivo.

Aunque pueden presentar problemas serios de visión y la piel blanca de los que lo de padencen debe protegerse de la luz solar para evitar quemaduras o desarrollar algún tipo de cáncer de piel, en líneas generales, los albinos pueden llevar una vida normal.

Pero hay ciertos lugares en los que ser albino puede costarte la vida, descubre una dura historia de ignorancia, increíbles supersticiones y prejuicios sociales, que han convertido a los albinos de África en víctimas de asesinatos, rituales de magia y comercio de cuerpos.

Como un punto blanco sobre un fondo oscuro, el albino africano destaca entre la población. Vivos son repudiados y considerados malditos; muertos en cambio valen su pero en oro.

Son un tabú y una maldición para las familias que los dan a luz. Socialmente se les considera menos que humanos, y son llamados hijos del diablo, ”zeru-zeru” o fantasmas.

Según ciertas supersticiones africanas, estos “fantasmas” son gafes en vida y personas malditas; pero su cuerpo muerto atrae la buena suerte y es un poderoso talismán capaz de evitar la muerte. Por ello en zonas rurales de Tanzania es frecuente el asesinato de albinos para comerciar con partes de sus cuerpos, manos, dedos, órganos sexuales, lenguas, pelo y piel para elaborar conjuros y elixires.

En los últimos meses docenas de ellos han sido asesinados y partes de sus cuerpos acaban en un macabro contrabando alimentado por el fetichismo y la superstición.

Tanzania posee una concentración de albinos 15 veces superior al promedio mundial, 270.000 albinos aproximadamente. Los científicos no han podido dar una explicación certera del porqué, pero parece que hay al menos un par de razones para este fenómeno.

En primer lugar, existe el efecto “fundadores”. Los científicos creen que Tanzania y África Oriental puede ser la cuna de la mutación genética que crea el albinismo.

En segundo lugar, los albinos son tratados como parias de la sociedad, y debido a la discriminación y la exclusión social, las personas con albinismo tienden a casarse entre sí, lo que aumenta la probabilidad del albinismo como herencia. Marginando, castigando y hacinando a personas por culpa de un incomprensible racismo por falta de melanina en la piel, una discriminación injusta y poco racional.

A pesar de que los asesinatos de albinos se presentan en una docena de países africanos, desde Sudáfrica a Kenia, son mucho más frecuentes y violentos en Tanzania. Más de 100 albinos fueron atacados violentamente en el país en los últimos años, 71 personas murieron y 31 escaparon, aunque la mayoría resultaron mutilados de un modo u otro.

Los ataques son tan descarados que el gobierno abrió escuelas internas para que los niños albinos pudieran vivir protegidos dentro de los recintos. Pero nadie es capaz de proteger a los albinos adultos, los cuales son cazados como animales.

Tras ser repudiados por sus familias, criados en régimen interno por seguridad y sobrevivir a una infancia llena de penalidades, los albinos regresan al mundo real una vez alcanzada la vida adulta.

Una sociedad terrorífica y en la que deben soportar todo tipo de vejaciones. Según cuenta el joven albino Alfred Kapole, ”cuando la gente nos ve por la calle nos llama “dinero”, “negocio” o “zeru-zeru”, que significa animal del bosque. Es terrible. Es como si no fuéramos humanos”.

Los que consiguen sobrevivir en este ambiente tan hostil, son obligados a trabajar bajo las duras condiciones del Sol africano, llegando irremediablemente a enfermar de cáncer de piel.

Su piel y sus ojos son particularmente sensibles a la luz ultravioleta, y el duro Sol africano provoca que casi el 60% de ellos se queden sin visión entre los 16 a 18 años, y que en el mismo porcentaje desarrollen algún tipo de cáncer de piel antes de los 30.

Además se calcula que aunque el promedio anual sea de unos cien asesinatos, sólo unos pocos son denunciados, ya que muchos de ellos se hacen con la complicidad de médicos, comunidades y familias. Las autoridades creen que desde los años ochenta han perecido más de tres mil por estos crímenes, cometidos con lanzas y machetes.

El gobierno de Tanzania ha lanzado una campaña para recaudar fondos con el fin de ayudar a persuadir a las comunidades para que abandonen viejas creencias y dejen de atacar a los albinos.

Se han compuesto nuevas canciones populares a favor del albinismo, e incluso se ha construido un monumento que muestra a un padre pigmentado llevando en hombros a su hijo albino mientras que una mujer pigmentada le pone al niño un sombrero para protegerlo del sol.

El gobierno ha tomado cartas en el asunto y ha endurecido las penas para los delitos de odio, discriminación y asesinato de albinos en Tanzania. El Ministerio de Educación de Tanzania ha proporcionado una introducción al albinismo a maestros de escuelas públicas y profesores universitarios, para que se adapten a sus deficiencias visuales. Y el año pasado, la Liga Internacional de Sociedades Dermatológicas comenzó a ofrecer prendas de vestir, sombreros y protector solar para proteger de la luz solar a los albinos en África oriental.

Por fin en 2009, Tanzania vio el primer juicio contra los asesinos de un albino. Tres hombres asesinaron a un niño albino de sólo 14 años de edad, los descuartizaron y vendieron en pequeños pedazos como medicina. El tribunal condenó a los delincuentes a muerte en la horca.

La Tanzania más horrible continua haciendo del miedo su firma. Como los asesinatos están siendo perseguidos, los brujos y cazadores se han vuelto más despiadados y ahora, “sólo” cortan sus miembros.

De esta forma, incluso si el delincuente es capturado, será capaz de evitar la pena de muerte y enfrentarse a penas de tan sólo 5-8 años por lesiones corporales graves.

En los últimos tres años, al menos 90 albinos fueron atacados, resultando gravemente heridos y con algún miembro amputado, 3 de ellos murieron irremediablemente por las heridas producidas.

Frente a esta dura realidad, los albinos optan por escapar, y se estima que al menos 10.000 albinos de África oriental han tenido que desplazarse. Sin embargo el mercado no deja de crecer, los brujos y cazadores les persiguen en su huida, para asesinarlos o mutilarlos y comerciar con pociones y otros objetos fabricados con sus huesos, pelo y pieles.

Un negocio sucio, horrible y lucrativo, ya que en Tanzania, donde la renta per cápita anual en 2010 era de 442 dólares americanos, una extremidad de albino se pagaba a 2.000$, llegando a alcanzar hasta los 10.000$ actualmente.


Fuente | Lavozdelmuro

domingo, 21 de diciembre de 2014

¿Qué ocurre si caes en un agujero negro?

La principal característica de los agujeros negros es que ejercen tanta fuerza de gravedad, que ni siquiera la luz puede salir de él. Esto lo hace, de hecho, invisible. Un agujero negro no refleja luz así que no lo podemos ver de forma "normal", pero gracias a algunos sofisticados telescopios espaciales podemos conocer su ubicación.

La inmensa fuerza de gravedad de un agujero negro se produce debido a que éste se forma cuando muere una estrella. La materia de la que estaba compuesta la estrella queda comprimida en una masa muy muy densa que ejerce tal gravedad.

Muerte por espaguetización

Este curioso término fue acuñado en los 90 por el astrofísico británico Sir Martin Rees para explicar qué pasaría si una persona cayera en un agujero negro. En los años noventa, Rees describió cómo sería exactamente la muerte dentro de un agujero negro.

Básicamente, la idea de Rees es que una persona, al ser absorbida por un agujero negro, se movería como un espagueti debido a que la fuerza de gravedad actuaría estirándolo en una dirección, y comprimiéndolo en otra. El término espaguetización pretende dar cuenta de lo que sucedería con un objeto como el cuerpo humano. Se estiraría y retorcería de tal forma que la muerte sería inevitable.


Muerte por aplastamiento

La astrofísica ha avanzado mucho desde los 90 y actualmente los científicos tienen otra idea sobre cómo sería la muerte dentro de un agujero negro. Ahora los científicos creen que más que por espaguetización, una persona dentro de un agujero negro moriría por aplastamiento.

Al ingresar a un agujero negro, según los expertos, caería sobre nuestras espaldas toda la materia que entró antes que nosotros, por el llamado movimiento de retrodispersión. Es decir, miles toneladas de materia absorbida por el agujero durante miles y millones de años ejercerían tanta presión sobre nosotros que rápidamente nos desintegraríamos.

Seríamos aplastados tan rápidamente que no tendríamos tiempo de movernos como espaguetis en función de la fuerza de gravedad. En cualquier caso, ambas posibilidades son, justamente, teorías y de momento nadie ha hecho una buena investigación de campo para confirmar alguna de ellas.


Fuente | Ojocurioso

sábado, 20 de diciembre de 2014

La doma hizo al caballo más inteligente

El proceso de domesticación equina ha atraído desde siempre a los investigadores. Gracias a ellos podemos saber que el caballo fue domesticado hace 5.500 años y que su origen está en las estepas de lo que hoy es Ucrania, el oeste de Kazajstán y el sureste de Rusia. Un estudio publicado hoy en la revista PNAS amplía este trabajo e indica que el proceso de doma les hizo más inteligentes, aunque también tuvieron que pagar un alto precio genético.

Según afirma la investigación, ha habido una selección positiva de genes involucrados en la cognición, su locomoción y como no, también en su fisiología. En contrapartida, los caballos de hoy presentan multitud de mutaciones deletéreas, lo que afecta directamente a su supervivencia. Los investigadores señalan que este podría ser el precio a pagar por la domesticación. También se ha lanzado esta hipótesis con las hortalizas, cereales y otros animales domésticos.

Para ver los cambios genéticos a lo largo de estos años, los investigadores compararon el ADN de caballos salvajes de Taymyr (Rusia) con el de corceles modernos. También han incluido una pequeña muestra de los pocos caballos salvajes que quedan en en la actualidad, los Przewalski.

El estudio ha identificado también un conjunto de genes que, a lo largo de la evolución, han tenido una selección positiva. La mayoría de ellos rigen aspectos que guardan relación con el uso doméstico que le ha dado al caballo nuestra especie y que han afectado a sus articulaciones, su sistema cardíaco y su desarrollo muscular y límbico.


Fuente | Quo

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