Voker Steger, fotógrafo especializado en ciencia y tecnología, averiguó a qué velocidad exacta debía circular con su coche para que los insectos que se estrellan en el parabrisas quedaran ideales para verlos con un microscopio electrónico y luego poder fotografiarlos: 70 km por hora es la velocidad adecuada.
Incluso puso una capa de plástico en el capó de su coche para que luego fuera más fácil despegar los cadáveres. Así quedan los mosquitos atropellados.
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