viernes, 1 de octubre de 2010

La Estatua de la Libertad en construcción




Hubo algún momento en la Historia en el que ciertos elementos distintivos de algunos lugares aún no estaban ahí. Una de las imágenes de América fijada en la mente de millones de personas es la Estatua de la Libertad, y la historia de su construcción es fascinante. Hagamos un viaje en el tiempo para ver las extraordinarias escenas de la creación de esta gran estructura.


La magnitud de la estatua en construcción se puede ver aquí, en contraste con los obreros que posan rígidamente ante ese invento relativamente nuevo, la cámara. El nombre formal de la estatua es 'La Libertad Iluminando al Mundo' y está construida con láminas de cobre puro, a pesar de que en la imagen parece que sea de mármol. Si no hubiera sido por las contribuciones de los franceses y los estadounidenses de a pie, este monumento nunca hubiera sido posible.


Tal es la inmensidad de la estatua, nos cabe preguntarnos si los trabajadores de la foto de arriba tenían idea de en qué parte de ella estaban trabajando en un momento dado. El fotógrafo Albert Fernique, quien realizó estas fotos en torno a 1883, debió sentir cierto temor ante la magnitud de esta maravilla. Francia decidió hacer un regalo a los Estados Unidos de América con motivo del centenario de su independencia. Un regalo que ni los estadounidenses ni el mundo podrían olvidar jamás. El proceso de construcción fue laborioso, lento y plagado de dificultades financieras.


En esta imagen podemos ver a unos funcionarios supervisando el taller. Aunque probablemente los franceses tenían la idea de que su estatua se convertiría en un icono de la libertad en el mundo, realmente tenían otros motivos para hacer este regalo a los Estados Unidos: motivos políticos. Tal vez por eso la procedencia del cobre no fue revelada. Siempre corrió el rumor de que el cobre era de origen noruego, de un pueblo llamado Visnes, en lugar de francés. En 1985, algunas investigaciones revelaron que ese rumor podría ser cierto.


En aquel entonces, Francia pasaba por momentos de agitación política, y aunque tenía instaurada su tercera república, muchos recordaban con cariño los tiempos de Napoleón y la monarquía, deseando su regreso. Este deseo de un retroceso hacia el autoritarismo era preocupante, y los políticos franceses vieron la Estatua de la Libertad como una forma de enfocar la imaginación del público hacia el republicanismo, como el mejor camino a seguir. Estados Unidos y su centenario de la independencia era el enfoque perfecto.


El brazo izquiero y su mano van tomando forma, según revela el armazón de madera.


Debía ser increíble para los trabajadores verse observados cada mañana por una colosal cabeza que los miraba desde arriba. La inspiración para la cara podría haber sido perfectamente el dios romano del sol, Apolo, o su equivalente griego, Helios. Pero parece ser que la fuente de inspiración se encontraba entre las mujeres que rodeaban al escultor, Frederic Auguste Bartholdi. La modelo pudo haber sido Isabella Eugenie Boyer, una dama bien parecida y muy conocida en París en aquellas fechas, aunque algunos afirman que el rostro de la estatua pertenece en realidad a la madre de Bartholdi, el cual nunca reveló quién hizo de modelo.


En primer lugar, Bertholdi hizo un modelo a pequeña escala, que aún se puede ver en el Jardín de Luxemburgo de París. Antes de embarcar la estatua hacia América tenía que ser vista y aprobada. Tras un viaje de Bartholdi a Egipto, su visión de la 'libertad' se expandió hasta alcanzar las proporciones finales de la estatua.


Poco a poco la estatua va tomando forma. Bertholdi había visto el Canal de Suez en construcción unos años antes, y se inspiró para construir una figura gigante en su entrada. Elaboró planos que tenían una notable similitud a lo que ahora podemos ver en Nueva York, pero el gobierno egipcio de la época rechazó sus ideas debido a los problemas financieros que atravesaba el país.


Hubo que abordar enormes problemas estructurales en el diseño y la construcción de una estatua de tal magnitud. Fue Gustave Eiffel -quien más tarde construiría la famosa torre que domina el horizonte de París-, el que se encargó de garantizar que la estatua no caería por efecto de los vientos fuertes.


El dinero siempre fue un problema. El plan era que la estatua estuviese en Estados Unidos para el 4 de julio de 1876, pero sólo el brazo derecho y la antorcha estuvieron terminados para esa fecha. Sin embargo, como los norteamericanos habían asumido la responsabilidad de la construcción del pedestal, estas partes de la estatua se mostraron al público en la Exposición del Centenario (en Filadelfia). El dinero recaudado por permitir a la gente subir a esta parte de la estatua sirvió para financiar parte de la base. Los franceses también hicieron su parte mostrando la cabeza en su propia exposición en 1878.


1886 debió de ser uno de esos años que la gente recuerda durante el resto de su vida. Una estatua de proporciones gigantescas, que representa las ideas y las aspiraciones de América, fue presentada por el presidente Grover Cleveland en la Isla de la Libertad. Desde la primera etapa de la construcción hasta el momento triunfal de la revelación, el proceso estuvo lleno de dificultades, sobre todo de carácter financiero. Sin embargo, gracias a los esfuerzos tanto del pueblo americano como del pueblo francés, ahora tenemos un símbolo permanente de la tan preciada Libertad.

2 comentarios :

  1. Existe una replica a escala en uno de los puentes de Paris, en una pequeña isla que soporta uno delos pilares de dicho puente, saludos, Kiko.

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