Día tras día, a lo largo de todas nuestras vidas, realizamos determinadas actividades o tenemos ciertos comportamientos en particular que nunca o muy pocas veces nos cuestionamos. Sin embargo, son sumamente interesantes y sólo hace falta detenerse unos minutos a pensar en ellos para darse cuenta. Cada una de estas actividades tiene un porqué y tras cada una de ellas hay todo un proceso para que funcionen.
Llorar
¿Alguna vez pensaste en cuán extraño es que nuestro cuerpo derrame agua cuando nos sentimos tristes? Pues en realidad puede que no sea tan extraño, aunque sí algo singular. Los humanos somos la única especie capaz de llorar lágrimas de emoción. Las lágrimas que se derraman durante el llanto y que son de carácter emocional no provocan ninguna irritación o cambio significativo en las estructuras oculares.
Por ello es que los científicos creen que en las lágrimas hay un gran contenido hormonal y proteico no deseado, producido durante períodos de altos niveles de estrés y tristeza. Se cree que de allí puede que venga el efecto catártico del llanto; sin embargo, el origen o la verdadera función se continúa analizando. Algunos creen que se trata de una simple reacción al dolor y otros una cuestión de comunicación. Lo que sí sabemos es que la región del cerebro relacionada a las emociones está fuertemente involucrada con el llanto.
Tener hipo
No hay nada extraño en el hipo. Sabemos que se trata de una serie de espasmos involuntarios que se producen en el diafragma. A menudo aparecen ante la falta de alimento en el estómago o por el contrario, ante el exceso de estos. Lo que sí llama la atención es que el hipo es tan molesto como inútil, ya que no se conoce cuál es su verdadera función. Una de las hipótesis acerca del hipo sugiere que se trata de una conducta reflejo y de carácter primitivo de succión en el diafragma.
Dormir
Nos pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo y pocas veces nos ponemos a pensar por qué o qué cosas suceden mientras dormimos. Nadie puede pasarse más de unos días sin dormir y esto es algo que aceptamos simplemente como un descanso o como una forma de recuperar las energías que necesita nuestro cuerpo y ya.
Pero el sueño es una de las actividades menos entendidas y a pesar de que la realizamos día a día, pocas veces nos ponemos a pensar en ella. Sabemos que se trata de un proceso de “mantenimiento” durante el que se producen las sustancias químicas que luego necesitaremos durante la vigilia, se reorganizan las neuronas y demás. También suele señalarse que dormir es algo primordial para el aprendizaje, ayuda a desarrollar la memoria, los recuerdos episódicos y el almacenamiento a largo plazo.
Ruborizarse
En menor o en mayor medida, todos nos ruborizamos. Se trata del enrojecimiento de las mejillas como una respuesta natural del comportamiento humano ante la atención social. Cada persona tiene su factor desencadenante, puede ser conocer a otra persona, hablar en público o tanto frente a un cumplido como frente a una acusación. En cuanto al funcionamiento biológico, ocurre cuando las venas de la cara se dilatan y se produce un mayor flujo de sangre, lo que calienta el rostro y le da un color rojizo. Pero la verdadera función de este hecho no es conocida por los científicos.
Besar
Cuando realmente lo piensas, es raro. Pasar la saliva de tu boca a la de otra persona y viceversa se supone que es algo muy romántico y aunque pueda pensarse que no hay ninguna necesidad biológica que determine el hecho de besar a otra persona, besar a otra persona sí se trata de un instinto biológico. Durante el beso se utilizan el olfato y el gusto, entre otros sentidos. Estos le permiten al cuerpo realizar un análisis para evaluar a sus compañeros potenciales a distintos niveles. Ya sea por el mal aliento o por las características de la saliva de esa persona, se envían diferentes señales químicas en cuanto a la salud del posible compañero.
Cada una de estas señales son mensajes importantes que ayudan a determinar si se trata o no de un compañero efectivo para la reproducción. De manera similar, alrededor de la boca se encuentran varios aceites con altos contenidos de feromonas que ayudan a identificar las composiciones biológicas de una persona. Por último, los psicólogos suelen señalar que los besos incrementan el sentimiento de unión en las parejas y esto es algo que se debe fundamentalmente a que en el beso se produce una inundación de oxitocina en el cerebro, aumentando el sentimiento de confianza, unión y amor.
Tener flatulencias
¿Alguna vez te preguntaste por qué te tiras gases o tienes flatulencias? Pues bien, la respuesta puede ser algo hedionda, pero se trata de algo que haces todos los días y es absolutamente normal que tengas hasta un litro y medio de flatulencias cada día. Raro, ¿verdad? Además las flatulencias casi siempre tienen un olor desagradable y esto se debe a que provienen de varias colonias de bacterias que viven en nuestro cuerpo, sobre todo en el tracto intestinal inferior.
Cuando se procesan los alimentos en nuestro aparato digestivo, se obtienen los nutrientes y demás, estas bacterias trabajan desintegrando lo innecesario y producen gas de hidrógeno sulfúrico. Este gas es el mismo que emanan los huevos podridos y claro, no puede mantenerse dentro del cuerpo, así que ya sabes: mejor fuera que dentro.
Reír
¿Qué es lo que te hace reír al ver a alguien golpearse, escuchar una broma o divertirte mucho? Aunque lo hacemos todos los días sin cuestionar el porqué, se trata de una sensación impulsiva y extraña. Los psicólogos suelen referirse a ella como un comportamiento especial con distintas funciones.
Mediante la risa se transmiten señales de emociones positivas a otras personas, se disminuyen los niveles de estrés y se contribuye en la cohesión a los grupos sociales. Por estas mismas razones comunicacionales algunas otras especies como los chimpancés y orangutanes también se ríen.
Fuente | Ojocientífico
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