El escritor estadounidense Russel Shorto presentó este viernes en Barcelona su nuevo libro, Manhattan. La historia secreta de Nueva York (Duomo), un ensayo que bucea en el pasado menos conocido de la ciudad y en el impacto que los colonos holandeses tuvieron en su génesis.
Tras una exhaustiva investigación, Shorto ha descubierto que los holandeses fueron los primeros en ocupar el territorio donde hoy en día se asienta la ciudad de Nueva York, y que los modelos sociales y culturales de esos colonos influyeron de forma determinante en la configuración de la ciudad.
"La influencia holandesa en Nueva York fue muy importante en el siglo XVII y asentó las bases de la tolerancia, el multiculturalismo y la libertad comercial de las que hoy presume la ciudad", ha asegurado Shorto en rueda de prensa, recordando que durante más de medio siglo la ciudad era conocida por el nombre de Nueva Ámsterdam.
El escritor, que reside en la capital holandesa, ha lamentado que cuando los estadounidenses piensan en su propia génesis se refieren a las ciudades de Virginia y Nueva Inglaterra, y a la historia de los colonos ingleses y puritanos, pero nunca se refieren al pasado de Nueva York porque es "mucho más complejo y variado".
Unos 10.000 colonos originarios de los Países Bajos llegaron a Estados Unidos en busca de un futuro mejor y se dieron cuenta de que estaban en una posición de debilidad frente a los indios nativos, ya que eran menos en número y los necesitaban para comercializar y hacer negocio.
Por eso decidieron llegar a un acuerdo con las diferentes tribus en la zona: "Hay una leyenda urbana que asegura que los holandeses compraron el territorio que ahora ocupa Nueva York por 24 dólares, pero lo que realmente sucedió es que llegaron a un acuerdo de amistad con los indios, que cerraron con la cesión de comida y utensilios por ese valor, pero era más bien un regalo ceremonioso", ha puntualizado Shorto.
Tras ese episodio, los holandeses se instalaron en la zona de Manhattan e instauraron una sociedad basada en las máximas de su país -la multiculutralidad, la idea de comercio libre y la libertad religiosa-, aspectos que fueron adoptados por los ingleses cuando conquistaron el territorio y que configuró el ADN de Nueva York con un "estilo muy diferente al del resto de Estados Unidos".
Además, la influencia de los colonos de los Países Bajos todavía está presente en el territorio comprendido entre Manhattan y Albany, en multitud de pequeños detalles: la comida, los nombres de numerosos pueblos, y el idioma que algunas personas hablan en sus casas que es un holandés arcaico, precisamente del siglo XVII.
La historia de ese medio siglo es fascinante y convulsa, ha señalado Shorto, que ha añadido que ese periodo está protagonizado por personajes que vivieron "situaciones imposibles" como el último director general holandés de la colonia, Peter Stuyvesant; el abogado Adriaen Van der Donck, y el político Peter Minuit.
Todos estos personajes podrían ser los protagonistas de una película, ya que el escritor ha recibido ofertas hollywoodiense para adaptar su ensayo a la gran pantalla, en lo que podría convertirse en "una 'precuela' de la popular Gangs of New York", ha bromeado.
Fuente | 20 Minutos
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