Su altura no llega a la mitad de la torre de Pisa y carece de su adornada y extravagante belleza. Sin embargo, esta torre inclinada situada en la pequeña aldea alemana de Suurhusen ha entrado en el Libro Guiness de los Records por ser el edificio con la mayor inclinación no intencionada del mundo.
Esta iglesia fue construida en la Edad Media, en un terreno que entonces era muy pantanoso. Para asegurar que la torre quedaba erguida se erigió sobre una base de troncos de roble y gracias a eso ha aguantado en pie durante varios siglos. En el siglo XVIII el terreno circundante fue drenado y la torre comenzó su inexorable inclinación hacia el suelo.
Para el ojo humano parece que la torre de Pisa esté mucho más inclinada que esta, pero eso se debe a un efecto óptico debido a la altura. En realidad, la de Pisa tiene una inclinación de 3,99 grados mientras que el campanario de Suurhusen se inclina 5,19 grados.
En la década de los 70 se creyó que la torre podría no ser segura y estaba prohibido subir al campanario. En un momento dado se fijó una zona de exclusión a su alrededor por miedo a que cayese y provocase una desgracia. Incluso se pensó en su demolición, pero una campaña llevada a cabo por los lugareños logró que en lugar de demolerla se hicieran obras para hacerla segura.
Créditos de las imágenes | 1, 2, 3, 4, 5, 6
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