En el Océano Ártico, cuando los vientos amanecen completamente en calma, la fina capa de agua superficial se encuentra al borde del punto de congelación (aproximadamente -2 ºC) y la temperatura ambiente es 20 ºC inferior a la misma, la naturaleza nos deleita con estas flores congeladas que aparecen conforme el hielo recién formado va sublimando y cambia del estado sólido al gaseoso sin pasar por el líquido.
Fuente | Abadia Digital
qué belleza.
ResponderEliminarmuchas gracias. un fuerte abrazo.