martes, 16 de noviembre de 2010

Lo que pasa cuando nos perdemos en el bosque

Cada año, cientos de personas se pierden en los bosques de todo el mundo: precisamente porque perderse en el bosque es más fácil de lo que parece. Pero ¿por qué nos perdemos tan fácilmente? ¿Qué sucede cuando andamos sin norte? ¿Qué deberíamos hacer para que nos encontraran más fácilmente?

Los rastreadores expertos indican que una persona normal deja tras de sí 2.000 pistas por cada kilómetro que avanza. Huellas, una rama rota, un pedazo de barro, una brizna de hierba retorcida. Un equipo de rastreadores, separados tres metros entre sí, generalmente puede detectar el 95 % de las pistas útiles. Si se separaran quince metros, entonces descubrirían el 75 % de los indicios.

La conducta de una persona perdida fue ampliamente estudiada en la obra de William Syrotuck, un pionero en este campo que recopiló datos sobre cientos de personas extraviadas en diversos lugares de Estados Unidos. Incluso determinó qué clase de personas nos encontraremos perdidas en unos y otros lugares.

Así pues, lo más relevante a la hora de buscar a una persona perdida son dos datos: su edad y su actividad al aire libre.
No necesitamos un historial personal detallado ni un perfil psicológico. Sólo necesitamos un poco de información básica. “Es más importante darnos cuenta de que un porcentaje conocido de todas las personas que se pierden se encuentran dentro de un radio de dos o tres kilómetros que saber cómo llegaron hasta allí.
El mayor problema que aparece cuando una persona se pierde en un bosque frondoso es el miedo. El miedo activa los grandes músculos de las piernas. Las personas que se pierden, entran en un estado de alerta tal que no puede evitar avanzar o incluso correr de una forma tan enfermiza que incluso se olvidan de buscar comida y agua en sus propias mochilas.

Pero no todas las personas reaccionan con tanta intensidad al perderse. Por ejemplo, los cazadores, que se pierden con mucha frecuencia, normalmente, al ser encontrados, sólo se habían desplazado entre 1,5 y 3,5 km.

Los excursionistas en general dependen mucho de los senderos y casi nunca llevan brújulas o mapas, así que normalmente se han desplazado entre 1,5 y 4,5 km.

Los niños pequeños de entre 1 y 6 años normalmente se desplazan entre 1 y 2,5 kilómetros.
Los más pequeños, de entre 1 y 3 años, no tienen conciencia de haberse perdido. Si se separan de sus padres, no tienen la capacidad suficiente para encontrar el camino y comienzan a deambular sin un objetivo, aunque normalmente no llegan demasiado lejos. Por lo general, se les encuentra durmiendo. Naturalmente, los niños de entre 3 y 6 años son más móviles y entienden el concepto de perderse. Suelen cuidar mejor de sí mismos que los niños de mayor edad o, incluso, que los adultos. Se ponen a cubierto cuando hace mal tiempo y duermen en cuevas o madrigueras. Normalmente son “resistentes extraños”.
Uno de los grupos más peligrosos son los niños de entre 7 y 12 años. Suelen echarse a correr cuando se pierden y, además, acostumbran a no responder a los buscadores hasta que tienen hambre y frío por miedo a que se les castiguen.

Las personas más mayores son las más fáciles de encontrar: apenas avanzan y suelen construir refugios y esperar a ser rescatados.

Así que el principal consejo de supervivencia que puede darse a alguien que se pierde es: quedarnos donde estamos o encontrar un lugar abierto que esté próximo.


Fuente: Genciencia

lunes, 15 de noviembre de 2010

La mayor caída vertical del planeta


Esta montaña, también conocida como el Thor Peak, se encuentra en el Parque Nacional Auyuittuq, en la isla de Baffin, Nunavut, Canadá. La montaña , que se encuentra a 46 kilómetros al noreste de Pangnirtung, es conocida por ser la montaña que posee la mayor caída vertical (1250 metros) del mundo, con un angulo promedio de 105 grados. A pesar de su lejanía, este lugar es muy popular entre los escaladores, debido a esta llamativa característica.

El Monte Thor es parte de las Montañas de Baffin, que a su vez forman parte de la Cordillera del Ártico. La montaña es de granito y probablemente sea la más famosa de las montañas de Canadá.

El primer ascenso al Monte Thor, se produjo en 1953 por un equipo del Instituto Ártico de América del Norte. El grupo estaba liderado por Hans Weber, J. y F. Rothlisberger Schwarzenbach, el mismo grupo que subió la Torre Norte del Monte Asgard por primera vez.

El récord mundial de rappel se estableció en el Monte Thor, el 23 de julio del 2006, por un equipo americano compuesto por: Chuck Constable, Dirk Siron, Ben Holley, Kenneth Waite, Gordon Rosser, Donny Opperman, Deldon Bärfuss, y Tim Hudson.

El guardaparques canadiense Philip Robinson , de 26 años de edad, también intento hacer rapel sobre esta pared, pero debido a un problema con su equipo, murió al caer sobre la base de la montaña.


Fuente: lareserva.com

domingo, 14 de noviembre de 2010

Trabajo infantil en América (1908-1912)

Estas curiosas fotos fueron tomadas entre los años 1908 y 1912 y muestran principalmente los trabajos que tenían los niños de esa época, como repartidores de periódicos, vendedores de helados, trabajadores de los campos e incluso en las minas.



Fuente: Dogguie

Exposición "los límites del paisaje" de Santiago Morilla

Exposición del 12 de Noviembre al 9 de Diciembre de 2010

El paisaje aparece en virtud de la experiencia humana en un entorno. Su fisonomía se configura a través de un proceso constante en el que vamos entretejiendo estructuras y significados.

Como en un mapa en que se marcaran maravillas, peligros e ignorancias con figuras fantásticas, las intervenciones artísticas de Santiago Morilla dibujan un territorio que va más allá del mero accidente geográfico. En ellas se pone de manifiesto un contexto plagado de referencias, capaz de desencadenar el pensamiento. El extrañamiento estético hace aflorar así, de un modo contundente e inmediato, una parte del potencial significativo y emocional de una estructura cotidiana.

En las dos intervenciones que aquí nos ocupan, Santiago Morilla ha trabajado partir de una reflexión profunda acerca de la experiencia en su entorno más cercano. De ahí surgieron unas propuestas que suponen el intento de hacer comunicable la complejidad de dicha reflexión en el ámbito mismo que desencadenó el pensamiento.

Los bailes de estorninos en los atardeceres de otoño, las prédicas de San Francisco a los pájaros, San Pedro muriendo cabeza abajo en el Gianicolo y una terraza que nadie utilizaba en la Real Academia de España en Roma produjeron El accidente de la pintura. En una ciudad que canta el triunfo de la fe y de la historia en cada esquina, el fracaso temporal de lo humano se precipita con la aceleración de la gravedad. El suelo se cierra para engullir al pelele que nadie ha querido salvar. Papageno e Ícaro se ahogan en sangre y nos recuerdan que esta colina también está hecha de cadáveres. Pero, cuidado, porque poder ver directamente el cuerpo, sin mediación, sin tecnología, sin red, implica acercarse al lugar prohibido, encaramarse a la terraza, volar junto al sol; en definitiva, colocarse en un lugar propicio al salto. Estar a un paso de la caída y de la salvación. A un paso de caer en la tentación.


Santiago Morilla (Madrid, 1973) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en el MA del “MEDIA Lab” en la University of Art and Design de Helsinki (Finlandia).

Además, ha obtenido importantes premios y becas como la Beca de Artes Plásticas en la Real Academia de España en Roma, concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Fue seleccionado para representar a España en la Bienal Internacional de Ilustración de Bratislava en 2007 y ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas. Entre ellas destacan su participación en la Feria Internacional MACRO “The Road to Contemporary Art” (2010), su exposición en la Galería Co2 (Roma) y su intervención site-specific “Nidi” en la Fondazione Pastificio Cerere (Roma). Recientemente, Santiago Morilla ha participado con el proyecto "El Jardín de la nueva dicha" en la Noche en Blanco de Madrid 2010 y el museo de arte contemporáneo del Palazzo Collicola de Spoleto (Italia) ha adquirido su gran obra mural “The renewal mold".

Galería José Robles
C/ Belén n º 2
28004 - Madrid
+34 915500548
Horario: de Martes a Sábados de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:30
www.galeriajoserobles.com


Fuente: Exposiciones en Madrid

sábado, 13 de noviembre de 2010

Uno de los grandes clásicos del ballet ruso: El lago de los cisnes

Este ballet, coreografiado por primera vez por Marius Petipa y, en gran parte, por Lev Ivanov, por enfermedad del gran maestro, con música de Tchaikovsky, es una de las grandes piezas clásicas del ballet ruso y la pieza que elevó la música de ballet a la catergoría de género musical.

Se basa en una leyenda germánica que cuenta cómo unas jóvenes son convertidas en cisnes por un malvado mago, Von Rothbard. Por las noches recuperan su forma humana. El príncipe Sigfrido, que en el primer acto ha celebrado su cumpleaños, sale de caza con sus amigos y se encuentra con Odette, la reina de las muchachas convertidas en cisnes, quien le cuenta su triste destino y el de sus compañeras de hechizo. Le confiesa que sólo una promesa de amor que llegue hasta el matrimonio podría acabar con el encantamiento. Sigfrido jura hacer esa promesa en la fiesta que se celebrará al día siguiente en el palacio en la que él tiene que elegir esposa.

En el Acto III, que se desarrolla en palacio, tras la entrada de las princesas aspirantes a ser elegidas como esposas de Sigfrido, los heraldos anuncian una visita inesperada. Entre los invitados, Sigfrido cree reconocer a Von Rothbard y a Odette, pero en realidad el mago ha traído a su hija Odile, disfrazada de Odette, pero vestida de negro (en este momento se ejecuta el famoso “Paso a dos del Cisne Negro”). Sigfrido, sin darse cuenta del engaño, jura su amor a la que él cree ser Odette y traiciona a su verdadera amada, a la que ve llorando a través de una de las ventanas de palacio. Von Rothbard y su hija han triunfado.

En el IV y último Acto, Odette ha decidido morir antes que seguir siendo un cisne para siempre. En esto llega Sigfrido y le pide perdón, pero ya es demasiado tarde. Los dos deciden morir ahogados en el lago y con este sacrificio librar a sus compañeras del hechizo. Así lo hacen y en la “Apoteosis” ambos son conducidos en un carro tirado por cisnes a la eternidad.



Fuente: Artes escénicas

Las dos torres de los checos


En lo profundo de la República Checa, a unos 10 km de Semily, se encuentra algo inusual por su forma y tamaño. Una estructura erigida en dos promontorios de basalto, uno de los castillos más extraños de Europa.


El castillo Trosky se encuentra a caballo entre los dos imponentes picos, dominando el paisaje que le rodea.


Las dos torres tienen nombre: la que está situada en el pico más grande se conoce como "la Virgen" y la otra es conocida localmente como "la Vieja". Antiguamente esta zona era conocida como "el paraíso de Bohemia".


La historia de estas torres se remonta al siglo XIV, hacia el final de las Guerras de Bohemia, que fue el primer conflicto de Europa donde la pólvora se usó ampliamente.


Un comandante, Čeněk de Wartenberg, fue quien ordenó la construcción del castillo Trosky, y su finalidad era la de servir como torres de vigilancia y proteger a las comunidades locales.


Las torres se han mantenido durante siglos, con dependencias y edificios construidos entre las dos y tres anillos de fortificaciones alrededor de todo el conjunto.


El castillo llegó a manos de Wenceslao IV después de la muerte de Čeněk y después pasó a pertenecer a la dinastía Bergov. Uno de los Bergov, se dice que saqueó un monasterio local y ocultó sus tesoros en el sótano del castillo, sellando la entrada con una enorme roca.


Se dice que el tesoro sigue escondido en algún lugar en las profundidades de los cimientos del castillo. Muchos turistas suben a contemplar las torres de cerca, pero muchos otros se contentan con contemplarlas desde tierra firme.


El castillo pasó por las manos de varias familias prominentes, pero su importancia como centro de autoridad y protección quedó disipada en el siglo XVI. Posteriormente, en 1648, el castillo fue quemado hasta los cimientos por el Ejército Imperial durante la Guerra de los Treinta Años.


Durante el siglo XIX hubo algunos intentos de restauración pero nunca se llevaron a término.


Hoy en día es atendido por el Instituto Checho para el Cuidado de los Monumentos Históricos.

Crédito de las imágenes: 1, 2, 3, 4, 5

Primera exposición en Alemania sobre Hitler y los alemanes

A día de hoy, el pasado de Alemania está lejos de ser olvidado. Hitler y el nazismo siguen siendo temas delicados -incluso 65 años después del final de la Segunda Guerra Mundial- y nadie va a olvidar el terrible pasado: la discriminación, el genocidio, la guerra. Seguimos preguntándonos cómo llegó tan lejos. ¿Cómo toda una nación se dejó engañar por las promesas de un hombre? ¿Cómo “el Führer” ascendió al poder tan rápidamente y se convirtió en aquel personaje poderoso para los alemanes? El régimen de Hitler fue una dictadura por excelencia y sus acciones siguen persiguiéndonos.

A pesar de que ha habido numerosas exposiciones sobre el “Tercer Reich”, los campos de concentración, el Holocausto y los crímenes de guerra de esa época, nadie se atrevía a romper el tabú de hacer una una exposición sobre el hombre que fue el responsable de todo. Después de la guerra, su nombre siempre generaba un alboroto y la protesta pública.

Por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el Museo Histórico Alemán presentará una amplia exposición sobre Hitler, que examina el fenómeno de su persona, la sociedad alemana en el momento y su importancia para el estado del nazismo. No hay duda de que Hitler se aprovechó de la vulnerable situación en la cual se encontraban los alemanes después de la Primera Guerra Mundial: las condiciones socio-políticas y la necesidad desesperada de que alguien se haga cargo del país. Su dictadura no sólo se basaba en el entusiasmo de las masas y la aprobación, sino también sobre la violencia, el asesinato y la aniquilación física.

La decisión de presentar una exposición como ésta tomó un poco de coraje y los conservadores temen protestas por un lado, y por otro, la jubilosa manifestación de neo-nazis. La composición y el contenido no eran fáciles de planificar. De ninguna manera los organizadores quieren glorificar a Hitler o justificar las excusas que se habían creado después de la guerra. La exposición trata de responder a las preguntas que todos tenemos acerca de este tema y muestra la conexión entre el poder personal de Hitler y las esperanzas y los intereses de amplios sectores de la sociedad alemana.

La exposición se inauguró el 15 de octubre y se extenderá hasta el 06 de febrero 2011.


Fuente: Berlín Blog

viernes, 12 de noviembre de 2010

Las siamesas que comparten cerebro


Tienen 4 años, nacieron con las cabezas unidas y comparten parte del tejido cerebral. El médico que sigue su caso desde que nacieron nos explica que ambas pueden ver a través de los ojos de la otra e investiga si pueden compartir algo más que sensaciones.

Frente a la pantalla de televisión hay dos niñas viendo los dibujos de Mickey Mouse. Se llaman Tatiana y Krista Hogan, nacieron hace 4 años en Canadá y están unidas por la cabeza. Pero ésta no es la única condición que las hace especiales.

Los casos de siameses unidos por la cabeza (craneópagos) son bastante infrecuentes, y las tasas de supervivencia son bajas. Tatiana y Krista no sólo han sobrevivido hasta convertirse en dos niñas sanas y fuertes sino que están desafiando lo que sabemos de neurociencia: sus cerebros están unidos por un puente entre ambos tálamos, que les permite compartir lo que ven y, tal vez, otras experiencias sensoriales.

Douglas Cochrane es el neurocirujano que ha tratado su caso desde que eran unos bebés. “Que sepamos”, explica el doctor a lainformacion.com, “estas dos siamesas son las únicas que tienen una conexión neurológica común”. “En concreto", asegura, "las niñas comparten una conexión entre sus tálamos además de numerosas conexiones de vasos sanguíneos (arterias y venas), y esto las convierte en un caso único”.

Ver a través de otros ojos

Todos los estímulos sensoriales, menos el olfato, llegan a nuestro cerebro a través del tálamo, lo que explicaría el comportamiento de las niñas en determinadas situaciones. En las imágenes de televisión, por ejemplo, se puede ver a Tatiana sosteniendo un lápiz que su hermana no puede ver y cómo Krista intenta darle alcance con su mano.

Para poner a prueba esta capacidad de ver a través de los ojos de la otra, el doctor Cochrane realizó una prueba que consistía en monitorizar los cerebros de las dos niñas. Cuando estimulaba con un flash los ojos de una, el cerebro de la otra registraba el mismo estímulo que su hermana.

"Hemos realizado un test con electricidad", dice Cochrane, "para medir la respuesta a fogonazos de luz en sus ojos. Este estudio nos mostró que cuando encendías una luz potente en los ojos de una de ellas, registrabas las respuestas en el cerebro de la otra. Y funcionaba en ambos sentidos".

"Sin lugar a dudas", continúa, "las dos niñas perciben los mismos estímulos visuales y auditivos y reaccionan casi simultáneamente. Ésta fue una de las primeras cosas que vimos en su respuesta al dolor cuando las pinchábamos con una aguja".

Pensamientos "cruzados"

La madre de las niñas, Felicia Simms, explica que en ocasiones una de las dos niñas parece mirar al infinito mientras la otra está pendiente de algún objeto, como si viera a través de los ojos desu hermana. Otras veces, por ejemplo, le hacen cosquillas a una y la otra se ríe como si también las sintiera. Todas estas experiencias han llevado a la familia a pensar que incluso comparten pensamientos. “Estamos todos callados”, asegura la madre, “y Tatiana salta de repente y grita “¡Deja de hacer eso!”, y pellizca a su hermana”.

"Ambas son conscientes de las actividades de la otra", nos explica el doctor Cochrane por correo electrónico, "y por eso la familia piensa que ellas pueden leerse mutuamente el pensamiento". Sin embargo, prosigue, "este hecho no puede ser determinado aún en esta fase de desarrollo, podremos determinarlo cuando maduren su capacidad para el lenguaje".

Quizá haya que esperar hasta que las niñas sean un poco mayores, y puedan explicarse por sí mismas, para saber qué sucede dentro de sus cerebros. El documental de la televisión canadiense “Twins Who Share a Brain”, para cuya realización acompañaron durante un año a la familia, se adentra en las cuestiones que les afectarán en un futuro: ¿cómo mantendrán su intimidad si una puede “entrar” de alguna manera en el cerebro de la otra para saber qué mira y quizá qué siente? ¿Se puede desarrollar una personalidad propia con un cerebro “compartido”?

"Estoy seguro de que sus vidas serán diferentes de lo que solemos calificar como normal", nos dice su médico. "Las habilidades que puedan tener, las han tenido desde el nacimiento, así que asumo que no percibirán las diferencias, todo será normal para ellas". En cuanto a su salud, el problema es que "Tatiana soporta buena parte del esfuerzo cardíaco de las dos, y éste es el mayor riesgo para ambas. Lo bueno es que irá atenuándose a medida que crezcan". "En cualquier caso", nos indica, "Tatiana seguirá siendo la más pequeña de las dos y Krista la más grande".

Por otro lado, la familia está recibiendo ayuda de los servicios sociales y las niñas reciben fisioterapia para ayudar a mejorar su musculatura. Su educación empieza a plantear un problema porque cuando los padres regañan a una, “la otra se pone a patalear y a defender a su hermana”, lo que requiere el doble de paciencia. La familia no tiene muchos recursos y se está planteando obtener ingresos por algún tipo de programa en televisión. Por delante tienen el reto de que las niñas crezcan y no suceda, como en otros casos similares, que se sientan como un fenómeno de feria.


Fuente: lainformacion.com

Los gatos se sirven de la gravedad y la inercia para beber

Los gatos se sirven de las fuerzas físicas de la gravedad y la inercia para beber, según un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Science'.

Los investigadores explican que los perros dejan caer pesadamente sus lenguas en el agua para hacer que ésta llegue a sus bocas pero los gatos utilizan dos fuerzas físicas, la gravedad y la inercia, para succionar de forma delicada los líquidos con la punta de sus lenguas.

De forma muy similar a la trompa de un elefante y los tentáculos de un pulpo, las lenguas de los gatos son muy ágiles dada la carencia de apoyo óseo. Por ello, los descubrimientos podrían proporcionar ideas para la tecnología robótica blanda.

En el estudio, dirigido por Pedro Reis, los investigadores utilizaron imágenes de alta velocidad para capturar el equilibrio de fuerzas que subyace los lametazos felinos y la mecánica del agua cuando era lamida.

Según señalan los investigadores, los gatos curvan su lengua hacia atrás de forma que la parte superior toca ligeramente el líquido. Cuando un gato eleva su lengua de forma rápida, el agua es elevada en una columna de líquido que crece por la inercia. El gato entonces cierra su mandíbula para capturar el líquido antes de que la gravedad descomponga la columna.

Para hacerse una mejor idea del mecanismo que se encuentra tras estos lametazos, los investigadores realizaron experimentos físicos en los que un disco de cristal situado sobre una superficie de agua (imitando una lengua de gato cuando deja el agua) se desplazaba hacia arriba. Las imágenes de alta velocidad mostraron el agua siendo arrastrada hasta formar una columna, justo como durante los lametazos de los gatos.

Los experimentos con diferentes velocidades de lamido permitieron a los investigadores cuantificar los papeles competidores de la gravedad y la inercia para fijar una frecuencia óptima en el lamido.

Esta secuencia de episodios reveló ciertas peculiaridades sobre la forma de lamer de los gatos, en particular, los investigadores descubrieron que la forma en la que lamen los gatos es en realidad muy diferente a como lo hacen los perros. Otro descubrimiento fue la rapidez en la velocidad a la que los gatos mueven su lengua, casi a un metro por segundo. Esto implica que la tensión superficial del líquido no participa en el lamido, que se ve dominado por las fuerzas de la inercia y la gravedad.

Los autores también descubrieron que podían utilizar el equilibrio de inercia y gravedad para predecir la rapidez de lamido de un gato. Los científicos evaluaron esta hipótesis midiendo la frecuencia de lamido en ocho especies de felinos a partir de vídeos del Zoo de Nueva Inglaterra o de YouTube. En consonancia con su fórmula, los felinos más grandes eran los que lamían de forma más lenta.


Fuente: Europa Press

jueves, 11 de noviembre de 2010

A la caza del inmigrante

El pasado sábado, la policía detenía en Malmö al sospechoso de ser el «nuevo asesino del láser», autor de ataques racistas en los últimos meses. La historia se repite. Han pasado 20 años desde que en 1991 y 1992 Suecia vio impotente cómo un asesino en serie cometía 10 atentados con arma de mira láser contra 11 inmigrantes de pelo oscuro. Uno murió, otros aún sufren secuelas.

Fue un trauma nacional similar al del asesinato del primer ministro Olof Palme. Antes de convertirse en el asesino del láser, por lo que hoy cumple cadena perpetua, John Ausonius fue sospechoso de aquel magnicidio. De madre alemana y padre suizo, «los policías lo imaginaban como un vikingo alto, rubio y de ojos claros. Lo que más les sorprendió fue que era de tez y pelo oscuro y origen inmigrante», explica en Barcelona el reconocido periodista sueco Gellert Tamas, quien realizó una ingente y «obsesiva» investigación que cristalizó en El asesino del láser (Debate / La Campana), una crónica real, «un libro de no ficción escrito como una novela», publicado en Suecia en el 2002.

Amén de más de 20.000 páginas de archivos de la investigación y entrevistas a policías, víctimas, familia y amigos de Ausonius, Tamas, paradójicamente de padres húngaros, es el único con quien el asesino accedió a hablar (a quienes no soporta, dice, «es a los inmigrantes no europeos»). 40 horas de conversación: «Hablaba sin parar. Dijo que hacerlo era un desahogo. Creía que había llegado el momento de contar la verdad». «Es bastante inteligente, habla tres idiomas, lee Newsweek o Time -cuenta el periodista-. Pero es narcisista y carece de empatía. Decía que no sentía nada hacia sus víctimas. No tenía remordimientos. Había asumido el papel de Dios decidiendo quién debía morir. No tenía problemas en hablar fríamente de los asesinatos o los atracos a bancos que cometió, pero era reticente y agresivo ante preguntas personales, de su infancia o sus padres». Tuvo una madre que le pegaba y un padre mujeriego. Era un inadaptado con problemas de relación, un yuppie de 38 años, un jugador arruinado que pasó por el psiquiátrico y por la prisión por fraude.

«Nunca se sintió aceptado en sociedad. Se sentía extranjero, le llamaban negrata. De adulto se cambió el nombre, se tiñó el pelo y se puso lentillas azules. Matar a inmigrantes era decir 'quiero ser un sueco, no un inmigrante. Era un autoasesinato o suicidio simbólico, el paso para ser aceptado por la sociedad», opina Tamas, que añade que «en realidad era el espejo, la cara oscura de la sociedad sueca de principios de los 90, percibida como una de las democracias más estables, un paraíso en la tierra, cuyos cimientos fueron sacudidos por una sola persona».

El libro denuncia el racismo y los neonazis, como hizo Stieg Larsson, colega de Tamas y que una vez le dijo que llegó a empezar un libro sobre el asesino del láser pero que lo dejó por Millennium. Según el periodista, la gente «aprendió de aquello» y ahora que vuelve a haber crisis económica, acalorados debates sobre racismo, ataques a inmigrantes y la extrema derecha vuelve a estar en el Parlamento, la sociedad ha reaccionado vivamente en contra.

¿Qué le pareció a Ausonius el libro? «Me dijo 'es un buen libro, pero no hablaré contigo nunca más'».


Fuente:
El Periódico
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