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jueves, 7 de abril de 2016

Las gemelas silenciosas

“Una vez fuimos dos / Las dos éramos uno / No fuimos más dos / Uno a través de la vida / Descansa en paz”.

Este es el poema que se puede leer en la lápida de Jennifer Gibbons. Su hermana gemela, June, lo escribió para despedirse de la que fue durante décadas su único interlocutor. Su sombra hasta que murió en extrañas circunstancias cuando ambas decidieron que una de ellas debía sacrificarse para que la otra pudiera tener una vida normal.

Las “gemelas silenciosas”, como se las conoce popularmente, nacieron el 11 de abril de 1963 en Barbados. Su padre, un técnico de la Fuerza Aérea británica, fue destinado a un destacamento en Gales, y la familia se convirtió en una 'rara avis' de un tranquilo pueblo, Haverfordwest, en el que los emigrantes brillaban por su ausencia.

Las hermanas eran inseparables y se comunicaban en una jerga que casi nadie entendía. Aunque su comportamiento ya era extraño, se volvió del todo anormal cuando empezaron a ir a la escuela galesa. Dado que eran las únicas negras de la clase y solo hablaban entre ellas en su propio lenguaje, fueron el blanco perfecto del acoso escolar, lo que las separó aún más del resto del mundo.

Como cuenta la periodista de 'The Sunday Times' Marjorie Wallace en su libro 'The Silent Twins', el 'bullying' era tal que las gemelas tenían que abandonar la clase antes de tiempo para no sufrir las burlas de sus compañeros a la salida de la escuela. En este tiempo, su lenguaje se volvió más extravagante, hasta que se separó casi por completo del inglés y se convirtió en ininteligible para el resto del mundo. Llegado un punto, las gemelas dejaron de comunicarse hasta con sus padres: solo hablaban con su hermana menor, Rose, que se convirtió en su única conexión con la realidad. Wallace fue, de hecho, una de las pocas personas que lograron hacer amistad con las gemelas pasado este tiempo, en los años ochenta.

Pero su desconexión comunicativa con el resto de la humanidad no era lo más sorprendente de las hermanas. Casi todo el mundo usaba la misma palabra para definir su comportamiento: “zombis”. Ambas efectuaban exactamente los mismos movimientos, como si estuvieran poseídas, y eran prácticamente indistinguibles. Diversos médicos trataron infructuosamente de entablar comunicación con las hermanas, o al menos entender qué pasaba por su cabeza, pero les ignoraban por completo.

A los 14 años, las hermanas fueron separadas en distintas escuelas para fomentar su socialización. El remedio resultó peor que la enfermedad: en cuanto no estaban juntas, entraban en estado catatónico.

Dado que resultaba imposible separarlas y no había forma de comunicarse con ellas, las gemelas tuvieron que quedarse recluidas en casa o, más bien, en su habitación, donde se pasaron años perfeccionando su extravagante relación pero también escribiendo, la única actividad que aparentemente realizaban por separado.

Sus diarios son la única forma de saber qué estaba pasando por su cabeza, y es algo escalofriante. “Nadie sufre como yo, no con una hermana”, apunta June en su diario. “Con un marido, sí; con una mujer, sí; con un hijo, sí; pero esta hermana mía es una sombra negra que me está robando la luz del sol, es mi único tormento”.

Jennifer, que nació 10 minutos después, veía a su hermana mayor como alguien más capacitado en todos los sentidos: más fuerte, más lista, más ingeniosa… Por su parte, June sentía la envidia de su hermana menor: “Ella quiere que seamos iguales. Hay un brillo asesino en sus ojos. Querido Dios, tengo miedo de ella. No es normal… alguien la está volviendo loca. Soy yo”.

Aunque nadie tiene claro en qué se basaba su relación, esta parecía sustentarse en el desprecio mutuo unido al miedo a que una de las dos matara a la otra, algo que, pensaban, podía acabar con ambas. “Nos hemos convertido en enemigos mortales”, asegura Jennifer en su diario. “Sentimos los molestos rayos mortales que despiden nuestros cuerpos, golpeando la piel del otro. Me pregunto a mí misma si puedo deshacerme de mi propia sombra, si es posible o imposible. Sin mi sombra, ¿moriré? Sin mi sobra, ¿obtendré una vida? ¿Seré libre o me dejarán morir? Sin mi sombra, que identifico con una cara de miseria, engaño y asesinato”.

Sus diarios no fueron el único medio en que las gemelas expresaron sus preocupaciones. Ambas representaron desde pequeñas intrincadas obras de teatro con sus muñecos, que solían grabar en cinta para regalárselas a su hermana. Pero, poco después de empezar a redactar sus diarios -cuando se los regalaron en las navidades de 1979, con 16 años-, comenzaron también a escribir novelas.

Las hermanas trataron por todos los medios de publicar sus historias en revistas, y enviaron sus textos a muchas editoriales, pero no tuvieron más remedio que autoeditar sus libros. Algo extraño, dadas las temáticas de los mismos. 'Pepsi-Cola Addict', obra de June, trata sobre un adolescente que es seducido por su profesor y enviado a un reformatorio donde tiene que combatir el acoso de un guardia homosexual. En 'The Pugilist', de Jennifer, un médico trata de salvar la vida de su hijo y para ello mata al perro de la familia para trasplantar su corazón; el espíritu del perro vive en el niño y, al final, se venga del padre. También de Jennifer es 'Discomania', la historia de una joven muchacha que descubre que la atmósfera de una discoteca de su pueblo inclina a los jóvenes a cometer actos violentos.

Quizá debido a su fracaso literario, las gemelas buscaron otra forma de llamar la atención menos etérea: se dedicaron a robar, intentar asfixiarse mutuamente y provocar incendios, una actividad que acabó sentándolas en el banquillo. El juez dictaminó que su conducta antisocial era peligrosa para la sociedad y las envío a una prisión psiquiátrica de alta seguridad, donde fueron diagnosticadas con esquizofrenia.

Las gemelas permanecieron encerradas en el Broadmoor Hospital 11 años, durante los cuales las atiborraron a fármacos antipsicóticos, lo que, claro está, acabó con su carrera literaria -aunque sí siguieron completando sus diarios-. Pese a que las hermanas se pasaban el día drogadas, se encargaron de hacer la vida imposible a sus captores. Había temporadas en que se turnaban para comer: una de ellas se atiborraba y la otra ayunaba por completo. Los enfermeros las castigaban separándolas en celdas distintas, y en extremos opuestos del hospital, y se las encontraban como congeladas en la misma posición durante horas. Pese a esto, ambas empezaron a comunicarse con otras internas, el personal del hospital y su familia.

Fue en estos años cuando Wallace hizo pública la historia de las gemelas y logró entrevistarse con ellas. En Broadmoor las hermanas le contaron que hacía mucho habían llegado a un acuerdo por el cual si una de ellas moría la otra debía empezar a hablar y llevar una vida normal. Durante su estancia en el hospital, comenzaron a creer que, necesariamente, una de las dos tendría que quitarse la vida y, después de discutir durante mucho tiempo, llegaron a la conclusión de que debía ser Jennifer, la hermana pequeña, la que se sacrificara.

“Marjorie, Marjorie, voy a tener que morir”, le dijo Jennifer a la periodista. Cuando Wallace le preguntó por qué, su respuesta fue clara: “Porque lo hemos decidido”.

En marzo de 1993, las gemelas, que tenían ya casi 30 años, fueron trasladadas a la Clínica Caswerl, un hospital mental de menor seguridad en Gales. Cuando llegaron allí, Jennifer no se despertaba. Los médicos la declararon muerta dos horas después. ¿La causa? Miocarditis aguda, una inflamación repentina y letal del corazón.

A día de hoy nadie sabe por qué murió Jennifer. En su día, el director de Broadmoor, Michael Morgan, aseguró que de haber estado alguna enferma no se habría transferido a las gemelas. La autopsia no reveló ningún signo de envenenamiento. Según June, Jennifer simplemente colocó la cabeza sobre su hombro, tomó su último aliento y le dijo: “Por fin estamos fuera”.

Wallace visitó a June unos días después. “Por fin soy libre”, le dijo. “Al final, Jennifer ha dado su vida por mí”. Casualidad o no, su muerte sigue siendo un misterio.

En la actualidad, June lleva una vida relativamente normal. Habla con la gente y se relaciona con su comunidad. En 2000 ofreció una reveladora entrevista a 'The New Yorker', en la que cuenta que quiere casarse y tener hijos con un rasta, como Bob Marley. Desde 2008 dejó de recibir atención psiquiátrica y vive en su propia casa, cerca de sus padres, en el oeste de Gales.


Fuente:

El Confidencial


lunes, 22 de septiembre de 2014

Kodinhi: el pueblo con más gemelos del mundo

El pueblo de Kodinhi de encuentra a unos 15 Km de la ciudad de Malappuram (India). Tiene una de las mayores tasas de nacimiento de gemelos del mundo.


En las 2.000 familias que viven en Kodinhi, se estima que existen aproximadamente 204 pares de gemelos. Es curioso, porque la India tiene uno de los índices de natalidad doble más bajos del mundo.


De cada 1.000 nacimientos en Kodinhi, 45 son gemelos. En el resto de la India la tasa de nacimientos de gemelos es 4 de cada 1.000. El fenómeno ha fascinado a los investigadores, pero aún no han encontrado la causa del mismo. Según los pobladores, esto viene ocurriendo desde 1949. Los habitantes de Kodinhi se casan con personas de otros pueblos, y aún así el fenómeno persiste.

En Kodinhi hay gemelos de todas las edades. ¿Qué ocurre en Kodinhi?



Fuente | PasoViral

domingo, 9 de marzo de 2014

El barco fantasma

Nadie sabe exactamente dónde está el Lyubov Orlova, un antiguo crucero soviético de 1.400 toneladas a la deriva en el Atlántico con solo ratas a bordo. Diferentes medios de comunicación explican por qué a pesar de todas las tecnologías modernas, satélites y radares, físicamente no se puede encontrar el barco perdido de 100 metros de eslora.

El barco Lyubov Orlova fue visto a principios de febrero del año pasado frente a las costas de Terranova, cuando transportaban la nave a la República Dominicana para ser desguazada. Entonces el cable de remolque del navío se rompió y el viejo barco se alejó del remolcador. Tras una semana los guardacostas de Irlanda se enteraron del caso, ya que las corrientes oceánicas podrían llevar la nave hacia las islas británicas. “Las consecuencias podrían ser desastrosas. Pero esto no sucedió”, subraya el portal ruso ‘Slon‘.

De inmediato comenzó la caza descrita en detalle por la revista ‘The New Scientist’. De acuerdo con el Derecho del Mar, al encontrar la nave abandonada en el océano una persona u organización puede declárala suya. El valor de la venta del navío como chatarra se estima en casi un millón de dólares. Mucha gente ha buscado al Lyubov Orlova: científicos, cazadores de tesoros belgas y autoridades. Pero todos los intentos para detectar el barco no tuvieron éxito.

Cualquier nave debe estar equipada con el llamado sistema de posicionamiento automático (AIS), que se utiliza para determinar la posición de los barcos. El Lyubov Orlova tiene este aparato, pero su AIS se encuentra inoperativo. Con esta incidencia, en la era de Google Maps, de nada sirven los satélites espaciales si no se sabe dónde buscar.

La Guardia Costera irlandesa utiliza un método diferente, que parecía el más prometedor, pero tampoco ha dado resultados. Ellos usan un radar de apertura sintética (SAR), que con la ayuda del radar es capaz de crear mapas detallados de la superficie de la tierra y, en particular, fijar el posicionamiento de los barcos. Estos datos se comparan con los datos del AIS y ayudan a buscar barcos que no emiten las señales. Mientras tanto, este método solo ha ayudado a descubrir a unos pescadores furtivos. Chris Reynolds de la Guardia Costera de Irlanda asegura que el antiguo crucero soviético lo “más probable es que se haya hundido”. “Hemos gastado dos o tres meses el año pasado para buscarlo, usando satélites y los aviones del Cuerpo Aéreo. Se prevé que iba a venir a lo largo de la costa oeste hacia la isla Achill”, dijo Reynolds. No hallaron nada.

Según Mijaíl Voitenko, redactor del periódico digital ruso ‘Morskoi Bulletén’, el barco se hundió hace un año. “No sé si hay una posibilidad teórica de que el Lyubov Orlova no se haya hundido, e incluso si está aún situado en la animada zona de navegación, sin resultar descubierto. Como se trata de un objeto de gran tamaño, se puede ver a una distancia de 60 a 100 kilómetros”, dijo Voitenko al diario ‘Moskovski Komsomolets’.

La última ola de interés surgió tras una entrevista macabra de un tal Pim de Rhodes, un “cazador de neerlandeses errantes” de Bélgica, quien aseguró que el Lyubov Orlova debería estar infestado por hordas de ratas carnívoras. ¿Dónde estará el barco?


Fuente | Misterios al descubierto

domingo, 19 de mayo de 2013

Podría haber un continente perdido en el Atlántico Sur

Un grupo de científicos brasileños y japoneses halló en el fondo marino del Atlántico Sur, a unos 1.500 kilómetros de la costa de Brasil, rocas continentales que podrían ser vestigio de un continente hundido.

La expedición, la primera realizada en aguas profundas del Atlántico Sur con la ayuda del único submarino tripulado capaz de bajar hasta 6.500 metros de profundidad, recogió muestras de granito, una roca continental, en la montaña submarina conocida como Elevado del Río Grande. 

“Siempre se creyó que el Elevado del Río Grande era una montaña submarina de origen volcánico semejante a las que hay frente a la costa de África, pero esta vez vimos que las rocas que la forman no son volcánicas sino continentales“, afirmó el presidente de la Compañía de Investigación de Recursos Minerales (CPRM) de Brasil, Roberto Ventura, en una conferencia de prensa en Río de Janeiro. 

“Es como si un continente se hubiese hundido en la época en que Sudamérica se separó de África. No sé lo que eso implica jurídicamente, pero desde el punto de vista científico y técnico, encontrar un continente perdido es una gran novedad”, agregó. 

Según los geólogos, como consecuencia de movimientos tectónicos, una masa terrestre pudo haberse hundido en el océano durante la separación de la llamada Pangea, el nombre que recibe la gigantesca masa continental que existió al final de la era paleozoica y cuya división formó los continentes hoy conocidos. 

La expedición oceánica fue fruto de una asociación entre Japón y Brasil que pudo realizar un viaje de ocho horas en el submarino Shinkai 6500, hasta una profundidad de 4.200 metros, durante el que observó las rocas continentales y recogió muestras. 

La montaña submarina fue inspeccionada como parte del crucero Iata-Piuna, una expedición realizada a bordo del navío de investigación oceanográfica japonés Yokosuka, que reúne a científicos de Brasil y Japón, y cuyo objetivo es explorar el margen continental brasileño y la parte adyacente del océano, incluyendo la Elevación del Río Grande y el Dorsal de San Pablo.


Fuente | Mistery Planet

sábado, 2 de febrero de 2013

La 'Casa de la Perdición' de Berlín




Un edificio construido en los frondosos suburbios de Berlín se ha ganado el rótulo de “La Casa de la Perdición” después de que nueve habitantes diferentes murieran de causas no naturales en los últimos 15 años.

Erigida hace solo 25 años en el distrito de Gatow de Spandau, la casona se hizo con su primera víctima cuando el dueño de un burdel que funcionaba allí terminó decapitado en un accidente. Posteriormente la casa fue adquirida por un periodista británico, quien poco después cometió suicidio junto con su amante. Y continuando con la seguidilla de muertes en serie atribuidas al contacto cercano con esta casa, una familia entera fue asesinada después de habitarla por un tiempo.

El caso conocido más reciente corresponde al científico Lorin W. y sucedió a principios de enero de 2013. Al golpear su coche contra otro cerca del semáforo intentó huir para evitar problemas y perdió el control de su coche estrellándose a 200 kph. Pero Lorin W. no fue el primero en conocer a su creador después de un desgraciado accidente. El dueño de un burdel que desarrollaba sus actividades dentro del último piso de esta casa, murió decapitado cuando su motocicleta “resbaló” en la autopista en 2003. En el verano de 2012 la policía de Berlín fue llamada para investigar algo que sucedió en esta “Casa de la Perdición”. El escenario superaba lo macabro, los uniformados se encontraron con los cuerpos sin vida de Kristian B. (69 años), su esposa Kathrin (28 años), y sus dos hijos de 6 y 3 años. Agobiado por las deudas, el padre de familia habría decidido matar a todos utilizando una bolsa de plástico, y luego suicidarse.

Por otra parte, esta casa también cuenta con las almas de John D. y su compañero Jörg K., ambos tenían un estado avanzado de SIDA y decidieron suicidarse juntos.

Otro suicidio había sacudido la casa en el año 2000, un holandés tapó todas las puertas y ventanas, encendió una parrilla y murió intoxicado por el monóxido de carbono. ¿Coincidencia o maldición? La verdad parece poco relevante, con solo ver el elevado número de asesinatos-suicidios con el que cuenta este lugar, es suficiente para que un escalofrío nos recorra la espalda.


Fuente | Mistery Planet

sábado, 12 de enero de 2013

El 'túnel del tiempo' de Argentina

Aunque ha pasado desapercibida en la mayoría de los medios, nos llega desde Argentina la noticia sobre la posible existencia de un túnel del tiempo en este país. Más concretamente, una anomalía temporal sobre la Ruta 5, entre las poblaciones de Lonquimay y Anguil. Se han reportado un par de casos de personas que aseguran haber experimentado “una pérdida de tiempo”, un fenómeno similar al que (dicen) se experimenta al ser abducido por platillos volantes.

El último de estos reportes proviene de un par de viajeros que al pasar concretamente por el kilómetro 35 de la Ruta 5 en Argentina, ha experimentado desorientación y pérdida de memoria mientras conducían. Al final de sus viajes, han descubierto que no sólo se habían mareado, sino que habían sufrido una pérdida de tiempo. Una fuga literal de tiempo.

Dos chóferes que hacen viajes regulares entre los poblados de Catriló y Santa Rosa a través de la Ruta 5, han contado que experimentaron esa desorientación durante uno de sus viajes en diversos momentos y, que al pasar esos mareos, encontraron con que habían avanzado muchos más kilómetros de los que creían, sin tener memoria de ello.

Según este testimonio, los viajeros tuvieron estos desvanecimientos al menos tres veces durante su viaje, entre el anochecer y el amanecer del día siguiente. Uno de los protagonistas narró que charlaba con su compañero de viaje cuando sintieron esa desorientación y que perdieron totalmente la noción del tiempo. Este hecho, a decir de los viajeros, pasó cuando alcanzaron el kilómetro 35 de la Ruta 5.

Este sitio ha sido escenario de diversos fenómenos similares: chóferes han reportado que, tras sentirse desorientados, han encontrado que terminaron sus viajes sin la menor idea de cómo lo hicieron, y sin tener memoria del tiempo transcurrido entre el inicio de su mareo y la llegada a su destino.

Aunque este “viaje en el tiempo” (esa es la explicación que los protagonistas le dan a su mareo) ya es parte del folclore del pueblo de Lonquimay y sus alrededores, los medios (a pesar de lo redituables que suelen ser estas historias) no han hecho eco alguno de los eventos.

La organización argentina Centro de Estudios OVNI ha pedido a las personas que lleguen a sufrir episodios similares que reporten sus experiencias.

Aunque el viaje del tiempo es un hecho probable (mas no posible, aún), nos inclinamos a pensar que el misterio de la Ruta 5 puede ser explicado por alguna fuga de gas natural impulsada por un poco de superstición.


Fuente | Ojocientífico


sábado, 29 de diciembre de 2012

El misterioso lugar donde los perros van a suicidarse

En el mundo a veces ocurren cosas extrañas. Una de ellas es el hecho de que en los últimos 50 años, casi 50 perros se han matado por lanzarse al vacío desde un punto concreto del puente Overtoun en Milton, Escocia. Este puente es una estructura victoriana de 15 metros de altura construida en 1895 sobre el arroyo Overtoun Burn.

En el año 2005, cinco perros saltaron en 6 meses. El lugar elegido por los canes para el suicidio se encuentra entre los dos últimos parapetos del lado derecho del puente. Todos los incidentes han ocurrido en días cálidos y soleados.


La Sociedad Escocesa para la Prevención de la Crueldad contra los Animales afirma que son muchas las personas cuyos perros se han matado saltando de este puente, que están intentando averiguar el motivo de este anormal comportamiento de sus mascotas.

Varias teorías han surgido para dar explicación al extraño efecto que tiene el puente Overtoun sobre los perros. Una de ellas dice, cómo no, que el puente está embrujado porque un habitante de la zona lanzó desde allí a su bebé y poco después intentó suicidarse en el mismo punto.

La mitología celta también dice que Overtoun es un lugar donde el Cielo y la Tierra se encuentran en su punto más cercano, y como los perros son mucho más sensibles que los humanos captan ciertas vibraciones que les hacen sentirse atraídos por ese punto del puente.


Varios investigadores han acudido al lugar con sus propios canes para experimentar sobre el terreno lo que ocurre, sin resultado. En todos los casos ninguno de estos perros se ha comportado de un modo extraño. No obstante algunos afirman que al llegar al lugar exacto del suicidio canino han notado algún tirón en la correa que sujeta al animal.

Al lugar han sido enviados psicólogos caninos, expertos en animales y expertos en acústica. Finalmente se ha descubierto que debajo del puente habitan ratones, ardillas y visones. Después de realizar varios experimentos con estos animales y diferentes perros se ha llegado a la conclusión de que es el olor de los visones, más acentuado en los días secos y soleados, lo que atrae a los perros. El perro no ve lo que hay al otro lado del parapeto del puente, por lo que salta hacia el irresistible aroma sin saber que le espera una caída de 15 metros que probablemente le costará la vida.

viernes, 5 de octubre de 2012

El Ronquido de Taos

El Ronquido de Taos es un ruido de baja frecuencia, un zumbido que se encuentra en el umbral de la audición humana, similar al que produce un motor diesel sonando a través de un vidrio, y que es percibido a diario por muchas personas en el mundo.

Hay quienes oyen el sonido más intensamente que otras gracias a su capacidad auditiva. A veces se nota más intensamente dentro de los edificios o de noche. Numerosas investigaciones han intentado –y siguen intentando- determinar su causa, aunque solo se ha descubierto el origen: el famoso ronquido provendría de una pequeña aldea llamada Taos, ubicada en Nuevo México.


En los años 90 el fenómeno empezó a divulgarse tras los rumores que habían comenzado algunas décadas atrás: ciudadanos de Taos pero también de otros países, como por ejemplo, el Reino Unido y Nueva Zelanda, manifestaron haber escuchado en varias ocasiones un ruido desconocido, muy extraño.

El 15 de noviembre de 2006, un catedrático de la universidad de Auckland, Nueva Zelanda, logró grabar el ronquido a la frecuencia de 56 hz. Lo más inquietante es que, a pesar de ser nítidamente audible en el entorno natural, no se ha podido detectar cuál es el origen del mismo.

Una de las explicaciones más plausible es que el ruido sería simplemente una atenuación de alta frecuencia de sonidos distantes provenientes de altavoces instalados en fábricas, hogares y automóviles.

Otros arguyen que se trata de la vibración natural del planeta tierra; así, los científicos británicos aseguran que el rumor es producto del movimiento de las placas de la corteza terrestre.

En cambio, ciertas instituciones sostienen que se trata de microondas presentes en el aire originadas por diversas fuentes electromagnéticas. En esta misma línea, la Universidad de Indiana argumenta que las ondas son causadas por la desintegración de meteoritos en la atmósfera. Por supuesto, en medio no faltaron teorías de corte paranormal, como por ejemplo, que el zumbido era provocado por extraterrestres.


Fuente | Ojocientífico

martes, 3 de abril de 2012

Extraño objeto de 200 kg cae del cielo en Rusia


Expertos en ciencia espacial están tratando de resolver el misterio de un “fragmento de OVNI” que se estrelló recientemente en un pueblo de Siberia. Los locales insisten que el objeto metálico —que se parece a un tacho de basura gigante— cayó del cielo; sin embargo los expertos concluyeron que no era ningún misil o clase de cohete. Ahora se encuentra bajo custodia policial, mientras el interés en el “visitante” se intensifica.

El misterioso objeto pesa 200 kilogramos y tiene cerca de 2 metros de altura. Los pueblerinos que lo encontraron lo pusieron en un camión y lo llevaron a través de la nieve donde los inspectores lo revisaron.

“El objeto encontrado no está relacionado con tecnología espacial alguna. Aunque la conclusión definitiva sobre su origen se hará luego del estudio exhaustivo del mismo”, dijo la agencia espacial Roscosmos.

La aldea cercana al lugar del hallazgo, se llama Otradnensky, y está ubicada a más de 320 Km al Este de Moscú.

Los medios rusos se hicieron eco de la noticia, y publicaron que “fragmentos de un OVNI” habían sido descubiertos en un remoto bosque. Existen reportes por parte de los locales, de haber escuchado ruidos inusuales en esa zona.

Yuri Bornyakov, jefe del departamento del servicio de rescate del distrito de Kuibyshevski, dijo: “Medimos el nivel de radiación en el lugar y dentro del objeto. No encontramos radiación ahí.”

Las teorías iniciales que afirmaban que se trataba de la parte de un cohete espacial o satélite perteneciente a un lanzamiento fallido en Kazajistán han sido descartadas.

La autoridad máxima del Departamente de Defensa Civil de Kuibyshevski, Valery Vasiliev, declaró que parte del fragmento estaba hecho de un titanio de alta dureza.

La gente del pueblo cercano que se hizo con el objeto luego de dar con él en el bosque, reportó que “la policía vino durante la noche y se lo llevó en secreto”.

La policía local confirmó que el objeto se encuentra ahora bajo su tutela por orden de autoridades que fueron mantenidas como confidenciales.

“Puedes ver dentro de él, está abierto, vacío, no representa un peligro. Nos pidieron que lo tomemos y lo guardemos. Lo trajimos aquí y ahora es solo esperar hasta que ellos vengan y se lo lleven si es que lo necesitan”, declaró Sergei Sulein, vocero de la policía.

Los extraños sonidos del bosque a los que hacen alusión los pueblerinos han sido reportados desde diciembre del año pasado. No obstante, este objeto fue descubierto hace solo unos pocos días. ¿Acaso podría tratarse de un fragmento relacionado con un vestigio de la ya inexistente estación espacial MIR?


Fuente | Mystery Planet

sábado, 10 de marzo de 2012

Avión perdido en el tiempo

Este fenómeno sucedió en España hace unas décadas y a día de hoy, todavía permanece envuelto en las mismas incógnitas que se generaron el día en que sucedieron los extraños acontecimientos.

Todo ocurrió un 31 de enero de 1978, en los cielos grises y nublados del País Vasco. El vuelo 502 de la compañía española Aviaco, con el mando del comandante Carlos García Bermúdez, surcaba los cielos cubriendo el trayecto entre Valencia y Bilbao. Cuando se aproximaban al aeropuerto de Sondika (Bilbao), un espeso y opaco manto de nubes se situó a un kilómetro de altura.

Desde la torre de control se les indicó que debían de modificar su plan de vuelo y dirigirse hacia el aeropuerto de Santander, a unos cien kilómetros y con unas condiciones meteorológicas más propicias para el aterrizaje. El comandante Bermúdez modificó la trayectoria del avión y lo situó a 10000 metros de altura en dirección hacia Santander, en apenas 15 minutos tomarían tierra en el nuevo destino, sin embargo, en ese momento, algo anormal apareció frente a ellos.


La tripulación pudo observar como una enorme nube se formaba de la nada, era lenticular, compacta, enorme y tan brillante que tanto piloto como copiloto tuvieron que ponerse gafas protectoras para poder ver con normalidad.

Penetraron en el interior de la nube a 22 millas del aeropuerto de Bilbao y, a los pocos instantes, todo el instrumental electrónico pareció volverse loco. Las comunicaciones con tierra se perdieron y los esfuerzos del copiloto y del operador de radio para contactar con los aeropuertos de Bilbao o de Santander fueron en vano. El contador espacial del avión empezó a marcar que estaban al revés o, lo que es lo mismo, que llevaban una trayectoria contraria a la que realmente llevaban. Las seis brújulas electrónicas que llevaba el avión dejaron de funcionar al mismo tiempo y en el horizonte artificial que muestra la horizontalidad del avión, éste aparecía boca abajo.

Durante siete minutos, la situación fue más que angustiosa para el comandante Bermúdez que, con más de 11500 horas de experiencia en vuelos comerciales jamás se había visto envuelto en una situación semejante.

Al salir de la nube, todo volvió de repente a la normalidad, todo el instrumental retornó a sus parámetros normales a excepción del cuenta millas que, sorprendentemente, marcaba la misma distancia recorrida que en el mismo momento en el que se introdujeron en la nube, como si en aquellos siete minutos el avión no hubiese recorrido ni un solo metro de distancia.

El vuelo 502 aterrizó minutos después sin ningún problema en Santander y allí la tripulación dio parte de lo ocurrido. Ya en su destino descubrieron que el último tramo del trayecto, desde Bilbao a Santander había durado 32 minutos, diecisiete minutos más de lo que debía de haber tardado. Nunca supieron explicar donde habían estado los quince minutos restantes. El piloto pensó que aquella nube los había tragado en una suerte de grieta espacio-temporal en la que el tiempo se había ralentizado de algún modo inexplicable.

Se estudió el caso y las posibilidades de que hubieron quedado atrapados en algún tipo de carga de electricidad estática, pero cualquier explicación quedó descartada. El caso ha pasado a la historia como una de las anomalías más sorprendentes a las que se han enfrentado pilotos españoles a lo largo de su historia. Tres décadas después, el expediente sigue abierto.


Fuente | Universo Paranormal

miércoles, 12 de octubre de 2011

El Triángulo de Bennington

Cerca del monte Glastonbury, en Vermont, se encuentra el Triángulo de Bennington, una enigmática zona boscosa donde se pierde el rastro de las personas que un día desaparecieron y de las que nunca más se supo. La mayoria de estas desapariciones se produjeron sin que los cuerpos de seguridad pudieran encontrar una sola pista para averiguar que les había ocurrido. Las víctimas eran personas de diferntes edades y de ambos sexos y todas ellas se esfumaron en un plazo de cinco años que lleva del 1.945 a 1.950. Todas las desapariciones ocurrieron en el último trimestre del año, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre, pero aparte de esto poco más se pudo saber para conocer la naturaleza de estos hechos.

La primera desaparación ocurrida en el Triángulo de Bennington se remonta a 1.945, un hombre llamado Henry MacDovell, evadido de un manicomio en el que estaba recluido por ser el autor de la muerte de otro hombre desapareció sin dejar rastro en ese lugar. Aunque no resulta extraño que un prófugo de la justicia “desaparezca” sin dejar rastro, este suceso es ha menudo citado como las primera de las extrañas desapariciones del Triángulo de Bennin

El 12 de Noviembre de ese año un hombre llamado Middie Rivers que trabajaba como guía de montaña desapareció misteriosamente ante los ojos del grupo de turistas a los que acompañaba de regreso al campamento. Él caminaba delante del grupo de personas por una zona que conocía sobradamente cerca de la carretera de Long Trail y simplemente desapareció, nunca más fue visto ni se encontraron restos o pistas que dieran respuesta a este inquietante suceso a pesar de las batidas que la policía y voluntarios realizaron durante días.

Un año màs tarde, concretamente el día 01 de diciembre de 1.946 una estudiante de dieciocho años de edad de nombre Paula Welden se adentró en los bosques de la zona con la intención de hacer senderismo de montaña. Esto es lo último que se supe de ella. Jamás salió de esos bosques y las pesquisas iniciadas por la policía no dieron tampoco esta vez ningún resultado.

También se reportan rumores de que en el año 1.949 tres cazadores desaparecieron en el Triángulo de Bennington durante una jornada de caza, aunque no se ha podido investigar si esto es verdadero o simplemente una habladuría.

Sin embargo si se sabe que el día 1 de diciembre de ese año un hombre llamado James E. Tetford protagonizó lo que parece ser la desaparición más enigmática ocurrida en el Triángulo de Bennington. El señor Tetdford desapareció mientras se encontraba en el interior de un autobús en movimiento. Los demás pasajeros testificaron que lo vieron en el autobús, pero para cuando éste llegó a su última parada en Bennington James Tetford había desaparecido.

El doce de octubre del año siguiente Paul Jepson, un niño de ocho años, desapareció de la vista de su madre mientras ésta se encontraba realizando algunas tareas domésticas. La posterior búsqueda de los cuerpos de seguridad fue muy exhaustiva, empleándose incluso perros para intentar seguir el rastro del niño. Los perros avanzaron a través del bosque hasta una autopista cercana donde perdieron el rastro. Esto hizo pensar a la policía que la desaparición de Paul Jepson fue un secuestro y que el pequeño fue introducido en algún vehículo que circulaba por aquella autopista.

La última extraña desaparición de la que se tiene constancia en el Triángulo de Bennington es la de una mujer llamada Frieda Langer. El 28 de Octubre de 1.950 Frieda fue de excursión con su primo. En un momento de la caminata, Frieda tropezó y cayó en un lugar que estaba anegado de agúa. Frieda decidió volver al campamento para cambiarse de ropa y su primo se quedó en aquel lugar esperando que regresara. Frieda nunca llegó de vuelta al campamento. Se inició entonces un masivo operativo de búsqueda por tierra y aire. Policía, bomberos, militares y voluntarios participaron durante días rastreando toda la zona sin conseguir tampoco resultados aparentes. Pero siete meses más tarde el cuerpo de Frieda fue encontrado en un descampado que, curiosamente, ya había sido rastreado en los meses anteriores por la policía. Debido a las condiciones en que se encontraba el cuerpo y al tiempo transcurrido los forenses no pudieron determinar la causa de la muerte.

Existen varias teorías sobre la naturaleza de las desapariciones del Triángulo de Bennington pero todas ellas siguen siendo bastante endebles y no logran explicar por sí mismas todas las desapariciones. La primera teoría menciona la posibilidad que durante aquel periodo hubiera un asesino en serie por aquella zona. Si bien esto es totalmente posible, la diferencia de sexo y edad entre las víctimas y la ausencia total de pistas o evidencias en todos los casos, parecen echar por tierra esta tesis. No es muy habitual encontrar un asesino que actua tan indiscriminadamente al escoger a sus víctimas.

Otra teoría sostiene que las desapariciones se debían a desgraciados accidentes de montaña. Las fechas en que ocurrieron todas las desapariciones entre las estaciones de otoño e invierno son las propicias para que el suelo del bosque aparezca cubierto de una gruesa capa de hojarasca que oculte pozos o agujeros donde habrían caído inadvertidamente las víctimas. Sin embargo esto no explica los casos de Frieda Langer y James Tetdford. Además, en las búsquedas que se organizaron tampoco se encontraron pozos o simas que pudieran explicar esta teoría.

Lo cierto es que pasado ese periodo las desapariciones dejaron de tener lugar y actualmente no se conoce ningún otro caso que haya tenido lugar en esa zona. Probablemente no existe un único motivo para explicar las extrañas desapariciones del Triángulo de Bennington y sea más sensato pensar que obedezcan a varias razones: accidentes, extravíos o secuestros…, pero de lo que no cabe duda, es que el misterio que las rodea sigue estando vigente y que la población local sigue considerando la zona que rodea el monte Glastonbury como maldita.


Fuente | Lo-incógnito

sábado, 28 de mayo de 2011

El manuscrito Voynich, hermoso pero sin sentido

Pocos códigos sin descifrar inspiran tantas interpretaciones imaginativas como el manuscrito Voynich, un tomo medieval lleno de ilustraciones de plantas medicinales, diagramas astrológicos, ninfas desnudas y páginas llenas de escritura indescifrable. A pesar de haber sido estudiado durante los últimos cien años por los mejores criptoanalistas, no ha podido descifrarse ni una sola palabra.

Poco se sabe sobre la historia de este libro antes de 1912, cuando el librero Wilfrid Voynich lo encontró en un monasterio italiano, aunque se cree que perteneció al emperador Rodolfo II de Bohemia.

En 2004 el científico y lingüista Gordon Rugg, de la Universidad de Keele en el Reino Unido, hizo público un argumento en el que se muestra convencido de que el manuscrito es, en realidad, un engaño. Esto contradice las investigaciones anteriores, que muestran que los patrones de longitud de las palabras y combinaciones de símbolos es similar a los que se encuentran en las estructuras de las lenguas reales, algo que sería muy difícil de lograr por un falsificador. Pero Rugg insiste en que sería posible crear una estructura de lenguaje similar a la del manuscrito utilizando técnicas conocidas por los criptógrafos del siglo XVI.


Andreas Schinner, de la Universidad Johannes Kepler de Linz, Austria, publicó en 2007 un estudio que apoya esta teoría. Sin embargo, no hay duda de que el manuscrito es antiguo. Las pruebas de radiocarbono realizadas en 2009 indican que el libro data del siglo XV. Schinner dice que esto no excluye que sea falso, pero reconoce que no es posible demostrar si el texto tiene o no algún significado.


martes, 19 de octubre de 2010

El pueblo que desapareció a orillas del lago Anjikuni

De vez en cuando la policía todavía vuelve a intentar descubrir la causa por la que un pueblo entero de mil doscientos habitantes e incluso los muertos de sus tumbas, se desvanecieron sin dejar ningún rastro, en la oscuridad de un invierno boreal. El misterio comenzó en 1930, cuando el cazador Arnand Laurent y sus dos hijos vieron un extraño destello que cruzaba el cielo septentrional del Canadá. Laurent declaró que la luz cambiaba de forma por momentos, de modo que en un instante era cilíndrica y al siguiente parecía una bala enorme.


Pocos días después, un par de miembros de la policía montada que iban camino del lago Anjikuni se detuvo en la cabaña de Laurent en busca de un abrigo. Uno de ellos explicó que en el lago había “algo así como un problema”. El policía preguntó al confundido Laurent si la luz que había visto se dirigía hacia el lago y éste le respondió afirmativamente.


El policía movió la cabeza sin más comentarios, durante los años siguientes los Laurent no volvieron a ser interrogados. Ese fue un descuido comprensible pues la Real Policía Montada de Canadá ya estaba ocupada en esa época con el caso más extraño de su historia…

Cuando otro cazador, llamado Joe Labelle, marchaba con sus raquetas de nieve hacia el pueblo junto al lago Anjikuni, se sintió agobiado por una extraña sensación de pavor. Normalmente, aquel era un ruidoso núcleo rural de mil doscientas personas y ese día, Joe hubiera esperado oír a los perros de los trineos que ladraban para darle su habitual bienvenida.

Pero las chozas rodeadas por la nieve estaban recluidas en el silencio, y no salía huno de ninguna chimenea.

Al pasar por la orilla del lago Anjikuni, el cazador vio que los botes y los kayaks todavía se hallaban amarrados a la orilla. Sin embargo, cuando fue de puerta en puerta, solamente encontró una soledad misteriosa. Aún estaban apoyados en las puertas los apreciados rifles de los hombres. Ningún viajero esquimal dejaría jamás su rifle en casa.

Dentro de las cabañas, las ollas de caribú guisado estaban mohosas sobre los fuegos apagados hacía mucho tiempo. Sobre un camastro había un anorak remendado a medias y dos agujas de hueso junto a la prenda.

Pero Labelle no encontró cuerpos, ni vivos ni muertos, ni tampoco señales de violencia.

En algún, momento de un día normal -cerca del almuerzo según parecía- se produjo una repentina interrupción en el trabajo diario, pero lo que la vida y el tiempo parecían haberse detenido en seco.

Joe Labelle fue a la oficina de telégrafos y transmitió su informe al cuartel general de la Real Policía Montada de Canadá. Todos los oficiales disponibles fueron enviados a la zona de Anjikuni. Al cabo de unas pocas horas de búsqueda, los policías montados dieron con los perros de los trineos perdidos. Estaban atados a los árboles cerca del pueblo y sus cuerpos se hallaban bajo una sólida capa de nieve. Habían muerto de hambre y de frío.

En lo que fuera el cementerio de Anjikuni, se produjo otro descubrimiento escalofriante. Ahora, era un lugar de grandes tumbas abiertas, de las cuales, bajo una temperatura glacial, alguien se había llevado los cadáveres.

No se veían huellas fuera del pueblo, ni tampoco posibles medios de transporte por los cuales la gente pudiera haber huido. Sin poder creer que mil doscientas personas pudieran desvanecerse de la faz de la tierra, la Real Policía Montada de Canadá amplió su búsqueda. Con el tiempo, la investigación cubría todo el Canadá y continuaría durante años. Pero después de tantos años, el caso sigue sin solución.

Fuente: El Rincón del Misterio

jueves, 24 de junio de 2010

El misterio del Paso de Dyatlov

En enero 1959 un grupo de experimentados esquiadores rusos del Instituto Politécnico Ural, emprendió una aventura hacia la cordillera montañosa de los Urales. Durante el viaje, el 28 de enero, Yury Yudin enfermó por el clima y permaneció reposando en Vizhai, el último pueblo antes de la montaña. A pesar de la pérdida de un miembro, el líder del grupo, Igor Dyatlov, decidió continuar con el viaje y así cruzar el paso de la montaña Kholat Syakl, ubicada en los montes Urales.

Cuando Yury se despidió de Igor, este le dijo que regresaría un poco después de la fecha prevista el 12 de Febrero. El brusco clima obligó al grupo a desviarse de su curso, para formar un campamento donde esperaría que las condiciones mejoren. Los diarios encontrados hasta ese momento muestran que los excursionistas montaron el campamento el 2 de febrero, donde decían que el grupo disfrutaba de su estadía en una pendiente de los Urales, actualizaban sus cuadernos y tomaban fotografías con regularidad.

Misteriosamente durante la media noche los aventureros salieron de sus tiendas de campaña a toda prisa, dejando a un lado sus esquís, raciones y abrigos, para enfrentarse a una temperatura de -30º Celsius vistiendo solamente sus prendas para dormir. En esas condiciones los viajeros se adentraron en una zona boscosa donde no tenían oportunidad de sobrevivir.

Días después los padres de los jóvenes se preocuparon por su tardanza y el 20 de febrero de 1959 enviaron un grupo de rescate que halló una inquietante y extraña escena. Después de la investigación, los confundidos oficiales cerraron el caso de los alpinistas muertos como archivo secreto, cuyas víctimas perecieron por una fuerza desconocida. Hoy por hoy de desconoce con exactitud que pudo obligar a estos expertos alpinistas a tener tanto miedo que prefirieron la muerte congelados al peligro al que se enfretaron aquella noche.


Enigmática evidencia

La escena fue revisada un día sábado y tras medio siglo sus eventos siguen siendo un misterio en los Urales. Gracias a los registros escritos de los aventureros se pudieron conocer sus últimos momentos, sin embargo en la década de los 90, fue revelada nueva información sobre el misterioso caso. En la actualidad, amigos y familiares de los fallecidos aún buscan la verdad sobre lo que sucedió esa noche.

Los diarios describen el momento en que acampan en una pendiente del monte Kholat-Syakhl, una montaña próxima a Otorten. A partir de las 5:00 de la tarde el grupo ya tenía su campamento armado, de acuerdo con Yury Yudin, Igor escogió ese lugar para no desviarse de la ruta planeada, aun cuando a sólo 1.5 kilómetros cuesta abajo se encontraba un bosque que los habría protegido mejor de los elementos. Es por eso que cuando se formaron grupos de rescate de profesores, estudiantes y la policía utilizando helicópteros para ayudar en la búsqueda no encontraron a los alpinistas en las ubicaciones “lógicas” y eso retrasara la búsqueda.
Nada los preparó para una escena sin mucho sentido cuando Mikhail Sharavin descubrió el campamento el 26 de febrero. Cuando las autoridades llegaron, se dieron cuenta que la tienda de campaña estaba rasgada y cubierta por la nieve, sin embargo no había nadie dentro. Las pertenencias de los excursionistas se encontraron esparcidas por todo el campamento.
Las pistas que los investigadores encontraron mostraban que la tienda había sido rasgada desde dentro, también se descubrieron pisadas de 9 personas, de las cuales 2 víctimas usaban calcetines, otro vestía 1 zapato y el resto estaba descalzo. Las huellas de los aventureros tenían más de 1 metro de profundidad, los investigadores comprobaron que las pisadas eran de los miembros del grupo y no habían aparecido nuevas personas en el campamento. El lugar tenía los restos de una fogata y las ramas de un árbol estaban rotas de tal forma que sólo pudo ser porque uno de los aventureros lo escaló. Las pisadas guiaron la investigación hacía una pendiente cerca de un bosque de pinos, pero estas desaparecieron después de 500 metros. El joven Sharavin encontró los primeros 2 cuerpos en la entrada del bosque. Los cadáveres de Georgy Krivonischenko (24) y Yury Doroshenko (21), estaban descalzos y sólo vestían su ropa interior.

Los cuerpos de Igor Dyatlov (23), Zina Kolmogorova (22) y Rustem Slobodin (23), fueron encontrados entre el bosque y el campamento. La posición en la que cayeron sugiere que estaban regresando al campamento. Cuando revisaron los cuerpos descubrieron que los 5 habían muerto por hipotermia, sin embargo el cuerpo de Slobodin tenía el cráneo fracturado. Aunque la herida no era mortal fue suficiente para que las autoridades inicien una investigación criminal. Las autopsias no revelaron evidencia que relacionen las muertes con un crimen.

Tras 2 meses más de búsqueda encontraron a los esquiadores faltantes, quienes fueron descubiertos bajo 4 metros de nieve a 75 metros lejos del bosque. Los cadáveres de Nicolas Thibeaux-Brignollel (24), Ludmilla Dubinina (21), Alexander Zolotaryov (37), y Alexander Kolevatov (25), evidenciaban muertes traumáticas. El cráneo de Nicolas estaba quebrado, mientras que Dubinina y Zolotarev tenían múltiples costillas rotas. Lo más escalofriante fue cuando descubrieron que a Dubinina le faltaba la lengua.

Los cuerpos no mostraban heridas internas y los 4 jóvenes vestían prendas de sus compañeros que murieron primero. Por ejemplo Zolotaryov usaba el gorro y abrigo de piel de Dubinina, mientras que el pie de Dubinina estaba envuelto con un trazo del pantalón de Krivonischenko. Finalmente los expertos revisaron minuciosamente la ropa y descubrieron que contenía varios niveles de radiación. Extrañamente la investigación fue cancelada debido a que no había un culpable y los archivos del caso fueron escondidos como secreto. Como prevención se prohibió la entrada a los esquiadores y exploradores por 3 años.

Fuente:
Realidad Alternativa

lunes, 14 de junio de 2010

¿Hubo una civilización anterior al comienzo de la Historia?

En su libro "De la Atlántida a la Esfinge", el escritor Colin Wilson recoge indicios de lo que él y otros creen que son rastros de una avanzada cultura anterior al comienzo de la Historia. El filósofo griego Platón describió de manera precisa dicha civilización, que según le dijeron los sacerdotes egipcios surcaba los mares miles de años antes hasta que fue destruida por un terrible cataclismo. Platón la llamó Atlántida.

Sabemos de una catástrofe de grandes proporciones por otro mito, el del Diluvio bíblico. Noé y su arca es un mito despreciado por los científicos, pero lo cierto es que hay cientos de mitos de diluvios en todas las culturas, a parte de las narraciones de Mesopotamia y de los hebreos, que dicen lo mismo sobre un desastre planetario que virtualmente borró al género humano antes del comienzo de la historia conocida.

¿Hubo realmente algo parecido a un diluvio? Y si así fue ¿existió una civilización anterior a todas las otras? ¿es realmente neutral la ciencia cuando afirma "limítese a los hechos como punto de partida"? La ciencia ha tendido a centrarse más en teorías que en hechos. Una teoría surge para explicar unos hechos, pero otros se dejan de lado. Nuevas evidencias pueden cuestionar la teoría, pero con frecuencia también son ignoradas. Llamamos a estos hechos anomalías, son evidencias que no encajan en la teoría.

En su polémico libro "Arqueología Prohibida" los científicos Thomson y Cremo muestran lo que ocurre cuando una evidencia contradice las teorías científicas. En México, en 1966, la arqueóloga Jean Steen-Mackintyre amenazó con echar abajo la teoría convencional de que el ser humano es relativamente nuevo en la Tierra. Descubrió herramientas de piedra y huesos humanos y los sometió a una batería de pruebas científicas.

"En 1966 pensamos que era un yacimiento antiguo y creímos que tendría unos 20.000 años. En aquella época se pensó que era demasiado tiempo. Cuando lo datamos mediante una batería de método supimos que tenía 250.000 años. Sinceramente yo me hubiera sentido feliz con los 250.000 años. Fui ingenua y pensé: 'voy a dejar de pensar en las fechas, tenemos la información, hemos conseguido los hechos; tomemos estos hechos y partamos de ahí'. No me di cuenta de que arruinaría mi carrera por completo".
Todas sus oportunidades profesionales se frustraron. El yacimiento fue cerrado, los permisos para investigar denegados sistemáticamente. No obstante, más de 30 años después unos arqueólogos descubrieron en Siberia vestigios de seres humanos de 300.000 años de antigüedad. Una fecha que de repente hizo que la datación de Steen-Mackintyre no pareciese tan improbable después de todo.

No es un engaño deliberado, es algo que ocurre automáticamente en la comunidad científica. Cuando una evidencia difiere de la teoría predominante no se habla de ella, no se da información. Y eso significa que la ciencia deja de progresar de la forma en que sería deseable.

sábado, 22 de mayo de 2010

El misterio de la montaña Untersberg

La montaña Untersberg está situada al sur de Salzburgo, en la cordillera denominada Hohe Tauern, y es un destino muy popular entre excursionistas que quieren gozar de unas vistas espectaculares.

Se cuenta que en agosto de 1987 tres personas fueron a la montaña con la intención de explorar varias cavernas. Nunca regresaron, y el único rastro encontrado fue un coche aparcado en un lugar cercano. Al cabo de tres meses estas personas se pusieron en contacto con sus familias desde un barco que navegaba por el Mar Rojo con destino a Alejandría. Aseguraban no saber cómo habían llegado a ese barco ni a qué iban a Alejandría, tampoco sabían qué habían estado haciendo durante esos tres meses ni qué les había ocurrido cuando estaban dentro de la montaña. Al llegar a Alejandría acudieron al consulado y pudieron regresar a su país de origen.

El Dalai Lama visitó Austria en 1992 y se acercó a la montaña Untersberg, llamándola "el dragón Durmiente" y "el corazón del chakra del mundo".

Otro hecho curioso es la obsesión que tenía Adolf Hitler con esta montaña. Él creía que la montaña le iba a conferir poderes sobrenaturales con los cuales ganaría la guerra que estaba perdiendo, por lo que se mandó construir una casa en la cima de una montaña cercana desde la que se divisaba el Untersberg.


En agosto del 2008 se realizó una expedición a las profundas cavernas de la montaña. Los exploradores tuvieron que regresar después de descender 1.056 metros sin lograr averiguar la profundidad de esas cavernas.

Los periódicos alemanes y austríacos regularmente dan cuenta de desapariciones misteriosas de personas en los alrededores de esta montaña. Personas que no vuelven a ser vistas o que aparecen años más tarde en otros lugares de la Tierra. Y antiguas leyendas hablan de "gente pequeña" y objetos voladores saliendo de la montaña.

¿Qué misterio esconde el Unterberg? Probablemente nunca lleguemos a averiguarlo...

Fuentes:
Der Salzburger Hof
Marcianos
Asusta2
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