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domingo, 6 de mayo de 2012

Tiranosaurio con plumas

El paleontólogo chino Xing Xu y sus colegas han descubierto el que puede ser el animal emplumado más grande que ha existido jamás.

Se trata del Yutyrannus huali, un antecesor del Tyrannosaurus rex cuyo nombre significa “bello tirano emplumado”, en una mezcla de latín y mandarín.


Este enorme dinosaurio pesaba 1.400 kilogramos y llegaba a medir entre 7 y 8 metros de largo. Eso es 40 veces más grande que el dinosaurio emplumado de mayor tamaño que se había descubierto hasta la fecha. El equipo de Xu fue tan afortunado que halló no uno, sino tres fósiles de este dinosaurio: Un adulto y dos más jóvenes, y en un estado de conservación impresionante. Sólo a uno de ellos le faltaba la cola.

Los especímenes tenían el cuerpo entero cubierto con plumas de hasta 15 centímetros, pero no eran capaces de volar sino que estas les servían, como en el caso de los casuarios, los emús y los avestruces, para conservar el calor corporal y, probablemente, para conductas reproductivas.


Fuente | Tecnoculto

miércoles, 4 de abril de 2012

Hallan en China tres esqueletos del mayor dinosaurio que tuvo plumas




Tres esqueletos hallados en China han revelado que el dinosaurio más grande con plumas pesaba más de una tonelada, era más pequeño que su pariente el Tiranosaurio Rex y vivió en el Cretácico inferior, informa la revista Nature.

Los huesos -encontrados en la provincia de Liaoning (noreste de China)- pertenecieron a un adulto y dos crías, de una especie prima de los grandes tiranosaurios, que un equipo de científicos chinos y canadienses han bautizado como 'Yutyrannus huali' ('bello tirano con plumas', en una mezcla de latín y mandarín).

Los paleontólogos saben desde hace más de una década que algunos pequeños dinosaurios tuvieron plumas parecidas a las de los pájaros gracias al hallazgo de varios fósiles en esta región china, pero el descubrimiento anunciado indica que existió al menos una especie de gran tamaño que también las tenía.

Mientras que las dos crías debieron pesar alrededor de media tonelada, el ejemplar adulto alcanzó los 1.400 kilos y nueve metros de largo, unas dimensiones que le convierten en el animal con plumas más grande que se conoce, vivo o extinto. Su tamaño era "considerablemente menor" que el de su primo cercano, el Tiranosaurio Rex, pero cuarenta veces más grande que el mayor dinosaurio con plumas encontrado hasta ahora.

El 'Yutyrannus' distaba mucho de lucir un plumaje como el de las aves actuales; sus plumas "eran simples filamentos y se parecían más a las de un pollito moderno que a las plumas rígidas de un ave adulta", detalló Xu Xing, autor principal del artículo e investigador del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de Pekín. Los expertos consideran que las plumas cumplían una función aislante, ya que su escasez y el gran tamaño del dinosaurio descartan totalmente que pudiese volar.


Fuente | 20 Minutos

martes, 24 de enero de 2012

Descubren en África el vivero de dinosaurios más antiguo

Un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto ha descubierto, en una excavación en el sur de África, un vivero de dinosaurios de 190 millones de años, el más antiguo que se conoce hasta el momento. Además, este hallazgo ha arrojado evidencias de que las crías se mantenían en el sitio de anidación el tiempo suficiente como para, al menos, doblar su tamaño.

Este estudio ha hallado, concretamente, un vivero del prosaurópodo Massospondylus, uno de los primeros dinosaurios, en el que había, al menos, diez nidos cada uno con hasta 34 huevos. La distribución de los nidos en los sedimentos indica que estos dinosaurios regresaban varias veces al nido, un comportamiento conocido como "fidelidad al nido", y que es probable que se reunieran en grupos para depositar sus huevos.

Además, el gran tamaño de la madre -de seis metros de largo-, el pequeño tamaño de los huevos -de seis a siete centímetros de diámetro- y la naturaleza altamente organizada de los nidos, sugieren que la madre podría haber dispuesto los huevos, cuidadosamente, después de ponerlos.

"Los huevos, los embriones y los nidos provienen de las rocas de un camino casi vertical de sólo 25 metros de largo pero, aun así, se han encontrado diez nidos, lo que sugiere que hay muchos más en el acantilado, todavía cubiertos por toneladas de roca" ha explicado el profesor de Biología en la Universidad de Toronto, el doctor Reisz.

En este sentido, ha señalado que en ese mismo lugar ya se habían encontrado los embriones más antiguos (también pertenecientes al Massospondylus) aunque en fósil.

El profesor ha explicado que, "a pesar de que el registro fósil de los dinosaurios es muy amplio" se tiene "poca información sobre su biología reproductiva" por lo que "esta serie increíble de nidos, de 190 millones años, ofrece la primera visión detallada de la reproducción de estos dinosaurios en su historia evolutiva temprana".


Fuente | Europa Press

lunes, 21 de noviembre de 2011

Descubren nido repleto de fósiles de dinosaurios recién nacidos




Un equipo de investigadores ha descubierto un nido con los restos fósiles de 15 crías de dinosaurio en su interior que quedaron enterrados por un desprendimiento de tierra cuando todavía estaban vivos, según publica Journal of Paleontology.

El descubrimiento sugiere que los 'bebés dinosuario', del género Protoceratops, fueron criados en el interior del nido y recibieron la atención de sus progenitores en una cueva de la región de Tugrikinshire, Mongolia, donde han sido localizados.

Hasta la fecha un gran número de huevos se habían asociado con otras especies de dinosuarios, como los Oviraptor o ciertos Hadrosaurios -conocidos como dinosaurios de 'pico de pato'-, pero el hallazgo de múltiples ejemplares juveniles en un mismo nido no suele ser habitual.

El responsable de la investigación, David Fastovsky, ha reconocido que no asocia "ninguna otra especie de dinosuario que conserve 15 crías en su nido de esta manera", en declaraciones recogidas por Discovery News.

Tras analizar los restos del descubrimiento, los paleontólogos concluyeron que el nido medía cerca de un metro de diámetro y que era redondo, con forma de cuenco.

Todos los restos fósiles muestran las características de ejemplares juveniles, como el hocico corto o unos ojos proporcionalmente grandes respecto a la cabeza, y no tenían, por ejemplo, los grandes cuernos que poseían los ejemplares adultos de la especie.

El nido y su contenido implica, según los investigadores, que las crías de Protoceratops permanecieron y crecieron en su nido durante al menos las primeras etapas de su desarrollo, y que fueron atendidos por sus padres, como demuestra la distribución del nido.

El gran número de crías, sin embargo, también sugiere que la mortalidad de ejemplares juveniles era alta, no solo como consecuencia de la depredación, sino también por un entorno potencialmente estresante, aseguran los expertos.

"Las garras de gran tamaño pueden haber sido una manera de asegurar la supervivencia de los animales en ese entorno, incluso aunque contaran con la protección de sus progenitores", concluye Fastovsky.


Fuente | Rtve.es

martes, 11 de octubre de 2011

Hallan la madriguera de un kraken prehistórico

Mucho antes de las ballenas, los océanos de la Tierra fueron recorridas por un tipo muy diferente de monstruos marinos que también respiraron aire. Los ictiosauros de dientes irregulares, de un tamaño parecido a un autobús escolar, se encontraban en la parte superior de la cadena alimentaria del periodo Triásico, o al menos eso parecía antes de que el paleontólogo Mark McMenamin, del Mount Holyoke College, examinará restos hallados en Nevada.

Ahora, piensa que había otros monstruos marinos más grandes y más astutos que se aprovechaban de los ictiosaurios: un kraken de proporciones mitológicas que habría hecho al capitán Nemo salir corriendo hacia tierra firme. McMenamin acaba de presentar los resultados de su trabajo en la reunión anual de la Geological Society of America en Minneapolis, que informa del hallazgo en su web.

La evidencia se encuentra en el Berlín-Ichthyosaur State Park en Nevada, donde McMenamin y su hija pasaron unos días este verano. Es un lugar donde pueden encontrarse restos de ictiosaurios de la especie Shonisaurus popularis, que medían unos 14 metros. Estos fueron la contraparte del Triásico al actual cachalote devorador de calamares gigantes. Sin embargo, estos fósiles de Nevada tienen una larga historia de investigadores que quedaron desconcertados con sus hallazgos, como el mayor experto en este yacimiento: Charles Lewis Camp, de la UC en Berkeley.

"Camp quedó desconcertado por estos fósiles en la década de 1950", dijo McMenamin. "En sus artículos insiste refiriéndose a lo peculiar que es este sitio. Estamos de acuerdo, es peculiar".

Su interpretación era que los fósiles probablemente representaban la muerte tras un varamiento accidental o por una floración de plancton tóxico. Pero nadie había sido capaz de demostrar que los animales murieron en aguas poco profundas. De hecho el trabajo más reciente sobre las rocas alrededor de los fósiles sugieren que fue un ambiente de aguas profundas, lo que hace aún más misterioso que los cadáveres estuvieran bien ordenados.

Esta pregunta - la muerte en el océano superficial o profundo - es lo que atrajo McMenamin en el sitio.

"Yo era consciente de que cada vez que hay controversia acerca de la profundidad, es probable que haya algo interesante", dijo McMenamin. Y cuando comenzó a buscar los fósiles, McMenamin quedó impactado por su rareza. "Quedó muy claro que algo muy extraño estaba sucediendo allí", dijo McMenamin. "Fue una configuración muy extraña de los huesos."

En primer lugar, los diferentes grados de grabado en los huesos sugiere que los shonisaurs no fueron muertos y enterrados al mismo tiempo. También parecía que los huesos habían sido deliberadamente reorganizados. Esto le hizo pensar acerca de un depredador marino moderno que es conocido por su capacidad para la manipulación inteligente de restos de presas.

"Los pulpos modernos lo hacen", dijo McMenamin. ¿Y si hubiera una especie antigua, muy grande, de pulpo, como el Kraken de la mitología. "Creo que estas cosas fueron capturados por el kraken y sus restos depositados tras ser devorados".

En el yacimiento de fósiles, algunos de los discos vertebrales del shonisaurus están dispuestos en curiosos patrones lineales con una regularidad casi geométrica, explicó McMenamin. La propuesta es la de un kraken del Triásico, que podría haber sido el invertebrado más inteligente que nunca haya existido, que sabía disponer los discos vertebrales en patrones de doble línea, con piezas individuales de anidación de una manera parecida a como si fueran parte de un rompecabezas.

Aún más espeluznante: Las vértebras dispuestas se asemejan a los patrones de un tentáculo de cefalópodo. En otras palabras, el disco vertebral puede representar los primeros autorretratos conocidos.

Pero, ¿podría un pulpo realmente haber cazado estos enormes reptiles nadadores depredadores? Nadie hubiera creído un cuento hasta que el personal del Acuario de Seattle recurrió a una cámara de vídeo para averiguar lo que estaba matando a los tiburones en una de sus grandes tanques. Se sorprendieron al descubrir que el asesino era un gran pulpo que había en el mismo tanque. El video de uno de estos ataques está disponible en la web a cualquier persona que utilice los términos de búsqueda "pulpo vs Shark".

"Creemos que este cefalópodo en el Triásico estaba haciendo lo mismo", dijo McMenamin. Entre las evidencias de los ataques del kraken están la existencia de muchas costillas rotas en los fósiles de shonisaurus y el cuello torcido de los ictiosaurios.

Por supuesto, es el crimen perfecto, porque los pulpos del Triásico eran en su mayoría de cuerpo blando y no se fosilizaron bien. Sólo sus picos, o partes de la boca, son duras y las posibilidades de los que se conserven cerca son muy bajos. Esto significa que las pruebas del asesino Kraken son circunstanciales, lo que puede dejar a algunos científicos bastante escéptico. Pero McMenamin no está preocupado. "Estamos listos para esto", dijo. "Tenemos un caso muy bueno."


Fuente | Europa Press

viernes, 16 de septiembre de 2011

Plumas de dinosaurio de más de 70 millones de años




Los dinosaurios siguen fascinando a la ciencia. Los últimos avances tecnológicos están ayudando a entender cada día mejor cómo eran y cómo vivían.

Un equipo de científicos y palentólogos encabezados por Ryan McMellar, de la Universidad de Alberta, en Canadá, ha realizado un hallazgo excepcional: en el interior de 11 de los 4.000 fragmentos de ámbar que se recogieron hace años junto al lago Grassy (Canadá) hay fragmentos de plumas de dinosaurios con una antigüedad de entre 70 y 85 millones de años.

La revista Science explica este sorprendente descubrimiento que permitirá conocer un poco más sobre la funcionalidad de las plumas de estos animales que desaparecieron de la Tierra hace 65 millones de años. Los primeros indicios apuntan a que las plumas de los dinosaurios eran muy similares a las plumas de algunas aves actuales, con tonalidades grises y marrones y con una forma muy aerodinámica.

Algunos de los fragmentos demuestran que había dinosaurios capaces de volar, por la estructura de las plumas, y que algunas plumas servían a los dinosaurios en el medio acuático. En ambos casos los científicos encuentran paralelismos con aves modernas, así como con otras plumas halladas en ámbar en China.

Sin embargo, hay entre todas algunas plumas que son ejemplares únicos y los investigadores no hallan similitudes en los pájaros actuales. De hecho, las han dado en denominar protoplumas y no están aún seguros de cuál era exactamente su utilidad en los dinosaurios.


Fuente | 20 Minutos

lunes, 12 de septiembre de 2011

Encuentran en Granada un mamut de 1,3 millones de años

La campaña de excavación que se realiza en Orce (Granada) ha sacado a la luz los restos de los colmillos de un mamut y de una mandíbula de rinoceronte fracturada, ambos con una antigüedad cercana a los 1,3 millones de años.

Asimismo, la segunda campaña de excavaciones que dirige el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes) en el yacimiento de Fuente Nueva 3 ha hallado numerosos fósiles de equinos y cérvidos, así como industria lítica.

La campaña llega de este modo a su ecuador, mientras ahora prosiguen los trabajos en el yacimiento de Barranco León, ha explicado el Iphes en un comunicado, tras documentar también acciones humanas sobre herbívoros para consumir su carne "en competencia con grandes carnívoros y carroñeros".

El investigador del Iphes y director del proyecto de investigación en Orce, Robert Sala, ha señalado que en los 15 días de campaña que han transcurrido se ha logrado regular la superficie de excavación y los cortes estratigráficos en Fuente Nueva 3, donde se han catalogado diversos fósiles, dejando además el lugar a punto para la próxima campaña.

En el caso de Barranco León, se está excavando una superficie de 25 metros cuadrados con el objetivo de llegar al nivel con restos de ocupación humana, donde se han descubierto restos óseos de mamíferos con marcas de herramientas líticas, entre ellos también hipopótamos.

Durante la presente campaña estival también se han extraído muestras de sedimentos para obtener datos sobre el entorno del yacimiento desde hace 1,5 millones hasta 800.000 años.

De momento, la presencia de fósiles de rinoceronte hace pensar a Sala en una antigua "masa importante de agua cerca", si bien los indicios apuntan a que Fuente Nueva 3 se encontraba en una zona de humedales y cañizo y Barranco León próximo a un torrente con un entorno menos húmedo.


Fuente | Europa Press

jueves, 23 de junio de 2011

Hallan en Florida el arte más antiguo de América

Investigadores de la Institución Smithsonian y la Universidad de Florida han anunciado el descubrimiento en este estado de un fragmento de hueso, de aproximadamente 13.000 años, con una imagen grabada de un mastodonte. Este grabado es el ejemplo más antiguo conocido de arte de la Edad de Hielo que muestra un proboscidio en toda América. El equipo de investigación publica el hallazgo en Journal of Archaeological Science.

El hueso fue descubierto en Vero Beach por James Kennedy, un cazador de fósiles vocacional, que recogió los huesos y más tarde durante su limpieza, descubrió el grabado. Consciente de su importancia potencial, Kennedy contactó con los científicos de la Universidad de Florida y el Museo Smithsonian del Instituto de Conservación y el Museo Nacional de Historia Natural.

"Este es un descubrimiento muy emocionante", dijo Dennis Stanford, antropólogo del Museo Nacional Smithsoniano de Historia Natural y co-autor de esta investigación. "Hay cientos de representaciones de proboscidios en paredes de cavernas y talladas en huesos en Europa, pero ninguno en Estados Unidos, hasta ahora."

El grabado es de 7,62 centímetros de largo desde la parte superior de la cabeza hasta la punta de la cola, y 2,54 centímetros de altura desde la parte superior de la cabeza a la parte inferior de la pata delantera derecha. El hueso fósil es un fragmento de un hueso largo de un mamífero de gran tamaño, lo más probable es que sea un mamut o mastodonte, o podría tratarse de un perezoso gigante. Una identificación precisa no ha sido posible debido a la condición fragmentada del hueso y la falta de funciones de diagnóstico.

"Los resultados de esta investigación son un excelente ejemplo del valor de la investigación interdisciplinaria y la cooperación entre los científicos", dijo Barbara Purdy, profesora emérita de antropología en la Universidad de Florida y autor principal de la investigación del equipo. "Había un considerable escepticismo acerca de la autenticidad de la incisión en el hueso hasta que fue examinado exhaustivamente por los arqueólogos, paleontólogos, antropólogos forenses, ingenieros de ciencia de los materiales y especialistas en arte".

Uno de los principales objetivos del equipo de investigación era saber si el grabado era auténtico o se había hecho recientemente para imitar un ejemplo del arte prehistórico. Se encontró originalmente cerca de un lugar, conocido como Old Vero Site, donde se encontraron huesos humanos con otros de animales extinguidos en una excavación de 1913 hasta 1916.

El equipo examinó la composición elemental de los huesos grabados y otros del mismo yacimiento. También se utilizó la microscopía óptica y electrónica, que no mostró la discontinuidad en la coloración entre las ranuras talladas y el material circundante. Esto indica que las dos superficies tenían similar edad y que los bordes de la talla fueron usados y no mostraban signos de haber sido tallados recientemente o que los surcos se hicieran con herramientas de metal.

Con la convicción de que es auténtico, este raro espécimen proporciona evidencias de que los americanos de la última Edad de Hielo crearon imágenes artísticas de los animales que cazaban. El grabado tiene por lo menos 13.000 años de antigüedad, ya que es la fecha de la última aparición de estos animales en el este de América del Norte, ya que pueblos precolombinos más recientes no han visto a un mamut al que dibujar.


Fuente | Europa Press

miércoles, 11 de mayo de 2011

Los neandertales se extinguieron antes de lo pensado

La datación directa de un fósil de un niño sugiere que los neandertales probablemente se extinguieron antes de lo pensado.

Los investigadores han datado el fósil descubierto en una importante cueva del Cáucaso septentrional ruso, y han encontrado que es 10.000 años más viejo de lo que investigaciones anteriores habían sugerido.

Esta nueva evidencia pone en duda la teoría de que los neandertales y los humanos modernos interactuaron durante miles de años. En cambio, los investigadores creen que cualquier co-existencia entre los neandertales y los humanos modernos es probable que haya sido mucho más limitada, tal vez de solo unos pocos cientos de años. Incluso podría decirse que en algunas zonas los neandertales se extinguieron antes que los humanos anatómicamente modernos salieran de África.

La investigación, dirigida por la Universidad de Oxford y la University College Cork, en colaboración con el Laboratorio de Prehistoria de San Petersburgo, Rusia, fue publicado recientemente en Proceedings. La investigación se centró en la cueva Mezmaiskaya, donde el equipo dató directamente el fósil de un bebé de finales de la era de los Neanderthal en una capa correspondiente al Paleolítico Medio, asi como una serie de huesos de animales asociados.

Encontraron que el fósil tenía 39.700 años de edad, lo que implica que los neandertales no sobrevivieron en el sitio de la cueva más allá de este tiempo.

Este hallazgo cuestiona las afirmaciones anteriores de que los neandertales sobrevivieron hasta hace 30.000 años en el Cáucaso norte, lo que significa que los neandertales y los humanos modernos no fueron propensos a experimentar un período significativo de co-existencia.

La nueva evidencia arroja nueva luz sobre cuándo los neandertales se extinguieron y por qué. El equipo de investigación cree que los neandertales se extinguieron cuando los seres humanos modernos llegaron o ya se habían extinguido antes de esa fecha, posiblemente a causa del cambio climático, la disminución de los recursos, o de otros escenarios.

La investigación sugiere que si queremos tener cronología exacta de los datos debe ser revisada, mejorada y corregida para posibles asociaciones entre la extinción neandertal, dispersiones de los primeros humanos modernos y los fenómenos climáticos.


Fuente | Europa Press

viernes, 15 de abril de 2011

Encuentran el eslabón perdido de los primeros dinosaurios

Investigadores del Museo Nacional Smithsoniano de Historia Natural en Washington (Estados Unidos) han descubierto el cráneo y las vértebras del cuello de un dinosaurio fosilizado que no sólo revela una nueva especie sino también un vínculo evolutivo entre dos grupos de dinosaurios. La nueva especie se denomina 'Daemonosaurus chauliodus' y sus características se publican en la revista 'Proceedings of the Royal Society B'.

Los dinosaurios más antiguos conocidos caminaban o corrían sobre sus patas traseras e incluían a depredadores primarios como el 'Herrerasaurus'. Existieron en lo que es ahora Argentina y Brasil en los inicios del periodo Triásico tardío, hace aproximadamente 230 millones de años.

La posición evolutiva de estos primeros dinosaurios depredadores era controvertida debido a que existe un vacío en el registro fósil entre ellos y los posteriores dinosaurios terópodos. El descubrimiento del 'Daemonosaurus chauliodus' ayuda a completar este vacío.

Dado que sólo se descubrieron el cráneo y el cuello del 'Daemonosaurus', la longitud total de la nueva especie se desconoce. El cráneo del dinosaurio, sin embargo, es estrecho y relativamente profundo, mide unos 14 centímetros de largo desde la punta del hocico a la parte trasera y tiene unas cuencas oculares proporcionalmente grandes. La mandíbula superior tiene dientes delanteros grandes inclinados hacia delante. Esta característica ayudó a los investigadores a denominar a la especie.

El nombre 'Daemonosaurus' se basa en las palabras griegas 'daimon' que significa espíritu maligno, dado que fue descubierto en el 'Rancho Fantasma') y 'sauros' que significa lagarto o reptil. El nombre de la especie chauliodus se deriva de la palabra griega que significa 'dientes de macho cabrío' y se refiere a los dientes delanteros grandes de la especie.

El Daemonosaurus, una especie de terópodos primitivo, se data en la última parte del periodo triásico, hace aproximadamente 205 millones de años, justo antes de que comenzara el periodo jurásico. Esto altera la creencia previa de que todos los dinosaurios primitivos se habían desvanecido millones de años antes. El cráneo y las vértebras del cuelo del Daemonosaurus también revelan varias características similares a las de los neoterópodos, el grupo sucesor de los dinosaurios en la línea temporal evolutiva.

"Varias características del cráneo y el cuello en el Daemonosaurus indican que se encontraba entre los primeros dinosaurios depredadores conocidos de Sudamérica y más avanzado que los dinosaurios terópodos. Una de estas características es la presencia de cavidades en algunas vértebras del cuello relacionadas con la estructura del sistema respiratorio", explica Hans Sues, directora de la investigación y el equipo descubridor del dinosaurio.

El descubrimiento muestra que existe mucho por descubrir sobre los inicios de la evolución de los dinosaurios. "La exploración continuada de incluso regiones bien estudiadas como el sudoeste americano seguirá aportando nuevos descubrimientos de fósiles", concluye Sues.


Fuente | Europa Press

sábado, 9 de abril de 2011

Encuentran un diente de tiburón en una amonita fosilizada




Una concha fósil descubierta en la colección de un paleontólogo aficionado puede albergar la evidencia de que los tiburones prehistóricos se alimentaban de amonitas hace unos 150 millones de años.

La amonita encontrada, de un tamaño similar a la palma de la mano, muestra tres dientes de tiburón atrapados en su concha, además de las marcas de la mordedura. Han sido encontradas señales de mordida en otros fósiles de amonita, pero debido a la dureza de las conchas los paleontólogos no habían podido dilucidar hasta ahora si se trataba de mordeduras de tiburón o de otros animales marinos. No es fácil averiguar con certeza lo que comían los depredadores hace 150 millones de años.

"Por primera vez tenemos una relación directa entre el depredador y la presa. Incluso podemos poner un nombre al depredador, que es un tiburón llamado Planohybodus", afirma el paleontólogo Romain Vullo de la Universidad de Rennes, Francia, y autor del estudio publicado el pasado 31 de marzo en Naturwissenschaften.

Estos tiburones medían unos siete pies de largo y vagaban por los océanos 200.000 años antes de que se extinguieran los dinosaurios. Las amonitas flotaban y el tejido blando del interior de sus conchas era una fuente de alimento atractiva para muchas criaturas.

"Antes de este descubrimiento, pensánamos que el Planohybodus sólo comía pescado, debido a la forma de sus dientes. Parecían más adecuados para ese tipo de depredación", dijo Vullo. "Este espécimen muestra que probablemente tenía una mayor gama de presas, incluyendo las amonitas".

miércoles, 6 de abril de 2011

Hallan primate que se extinguió hace 20 millones de años

Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) han logrado descubrir una nueva especie de primate extinto hace 20 millones de años, a partir del análisis de más de 200 dientes fósiles hallados en el yacimiento de Sant Jaume de Frontanyà (Barcelona).

El descubrimiento, bautizado con el nombre de 'Anchomomys frontanyensis' y que publica la revista 'Journal of Human Evolution', es el segundo que se realiza en dicho yacimiento de un primate, tras el del año pasado del entonces bautizado como 'Pseudoloris pyrenaicus', ha informado el ICP en un comunicado.

El hallazgo de la dentadura es el registro fósil "más completo del mundo" para este género de pequeños promisios, que los investigadores señalan que se parecen a los actuales lemures, si bien no son del mismo grupo animal.

El primate hallado (reconstruido en la imagen) pesaba entre 110 y 150 gramos, formaba parte del grupo de los adapiformes, y los dientes que han permitido su descubrimiento no superan el milímetro.

El yacimiento de Sant Jaume de Frontanyà se empezó a excavar a mediados de los 90, data de hace unos 40,5 millones de años, y en él se han hallado restos de diversas especies.


Fuente | Europa Press

sábado, 2 de abril de 2011

El primo gigante del Tiranosaurus rex

Los científicos han identificado una nueva especie de dinosaurio terópodo gigante, un pariente cercano del Tiranosaurus rex, a partir de huesos fosilizados del cráneo y de la mandíbula descubiertos en China.

Según los resultados publicados en la revista científica Cretaceous Research, la nueva especie de dinosaurio, bautizada Zhuchengtyrannus magnus, probablemente medía unos 11 metros de largo, 4 metros de altura y pesaba cerca de 6 toneladas.

Comparable en tamaño y escala a los legendarios T. rex, este nuevo dinosaurio es uno de los más grandes dinosaurios terópodos (carnívoros) jamás identificado por los científicos.

Junto con el T. rex y el Asia Tarbosaurus, Zhuchengtyrannus magnus es parte de un grupo especializado de terópodos gigantes llamados tyrannosaurines. Existieron en América del Norte y el este de Asia durante el Cretácico Tardío, que se prolongó entre hace 95 y 65 millones de años.

"Zhuchengtyrannus puede distinguirse de otros tyrannosaurines por una combinación de características únicas en el cráneo que no se ve en otros terópodos", explica el doctor David Hone, de la Escuela de Biología y Ciencias Ambientales de la Universidad College de Dublín, autor principal del artículo científico.

"Con sólo una parte del cráneo y huesos de la mandíbula para trabajar, es difícil medir con precisión el tamaño de este animal. Sin embargo, los huesos que tenemos son sólo unos pocos centímetros más pequeños que los equivalentes en la mayor muestra de T. rex. Así que no hay duda de que era un Zhuchengtyrannus tyrannosaurine enorme", expone Hone.

"Nombramos al nuevo género Zhuchengtyrannus magnus porque los huesos se encontraron en la ciudad de Zhucheng, en Shandong, al este de China", añadió.

Un miembro clave del equipo internacional de científicos que participan en el estudio es el profesor Xu Xing, del Instituto de Paleontología de Vertebrados de Pekín y Paleoantropología de China. El profesor Xu ha identificado a más de 30 dinosaurios, convirtiéndose en el líder mundial en la descripción de nuevas especies de dinosaurios.

Los tyrannosaurines, el grupo que incluye T. rex y sus parientes más cercanos, se caracteriza por incluir grandes carnívoros con dos dedos de las manos y poderosas mandíbulas con una poderosa mordedura aplastante. Fueron probablemente depredadores y carroñeros.


Fuente | Europa Press

martes, 29 de marzo de 2011

Los humanos habitaron India hace 1 millón de años

La datación de artefactos descubiertos recientemente en el sur de India indica que los primeros humanos vivieron en la región hace más de un millón de años y que utilizaron distintas herramientas de corte de piedra achelenses, según un estudio del Centro Sharma de Educación y Patrimonio en Chennai (India) que se publica en la revista 'Science'.

Las herramietas achelenses se originaron en África hace alrededor de 1,5 millones de años y se cree que se extendieron por toda Eurasia. Sin embargo, la cronología exacta de esta expansión ha sido una incógnita para los investigadores. El conocimiento de la antigüedad de las hachas de mano con forma oval y de pera, los cuchillos y otros artefactos ayudarán a los arqueólogos a comprender las migraciones humanas iniciales al sur de Asia y al archipiélago indonesio.

Los artefactos fueron descubiertos en uno de los yacimientos paleolíticos más ricos en Tamil Nadu (India) llamado Attirampakkam (en la imagen). Inmerso en la cuenca del río Kortallayar, el yacimiento fue descubierto en 1863 por el geólogo británico Robert Bruce Foote y desde entonces se han realizado excavaciones.

Los investigadores, dirigidos por Shanti Pappu, determinaron las edades de estas herramientas, lo que sugiere que los humanos que las produjeron estaban presentes en Asia del Sur hace alrededor de un millón de años o antes, y que existieron a la vez que otras poblaciones del sudoeste de Asia y África.

El equipo descubrió más de 3.500 artefactos de piedra de silicio, incluyendo más de 70 hachas de mano achelenses, cuchillos y lajas. Mediante el uso de medidas paleomagnéticas, los investigadores fueron capaces de datar los sedimentos que cubrían las herramientas achelenses.

Todas las medidas paleomagnéticas de las proximidades del yacimiento mostraron una polaridad invertida, lo que significa que el sedimento precede al periodo posterior a la última inversión del campo magnético de la Tierra. Para obtener una edad más precisa de los artefactos y restringir mejor los datos magnéticos, los investigadores aplicaron una técnica de datación basada en la degradación de isótopos de aluminio y berilio después de que se enterraran los granos en los sedimentos (los isótopos son producidos por la exposición a los rayos cósmicos, que cesa tras el enterramiento).

Los descubrimientos implican que los primeros humanos con herramientas distintivas migraron por toda Euroasia hace un millón de años.


Fuente | Europa Press

sábado, 26 de febrero de 2011

Descubierto un "cactus andante" de hace 520 millones de años


Un equipo de investigadores chinos halló el fósil de un 'cactus andante' de hace 520 millones de años que podría ser el antepasado más antiguo descubierto hasta ahora de las actuales arañas, según informaron estos científicos.

La bizarra criatura, con diez pares de patas articuladas y 6 centímetros de longitud, se llama 'Diania Cactiformis' y es el primer eslabón perdido conocido entre los gusanos y los artrópodos.

La Diania habitaba el fondo marino de lo que hoy es la provincia de Yunnan, en la cordillera del Himalaya y al suroeste del país asiático.

"La importancia de Diania para la biología es que los artrópodos son uno de los grupos de animales invertebrados de mayor éxito y es muy bonito el haber descubierto lo que puede ser el animal más primitivo de este grupo con patas articuladas", señaló Jianni Liu, líder del equipo de investigación conjunta entre la Universidad de Freie en Alemania y la del Noroeste de China, en Xian.

Liu añadió que este descubrimiento es "importante porque aporta evidencias de que los artrópodos evolucionaron a partir de los lobopodios", esto es, los antepasados de los gusanos, cuyos registros fósiles se remontan al periodo Cámbrico.

Los cuerpos blandos de los extinguidos lobopodios estaban formados por segmentos y sus patas solían acabar en una uña en sus extremos.

El fósil de la 'Diania Cactiformis' fue descubierto en 2006 durante una exploración en el distrito de Chengjian, en Yunnan, y a la luz de las investigaciones podría ser el miembro más evolucionado de los lobopodios o bien el primer artrópodo, que en la actualidad suponen más del 80 % de las especies vivas.

La doctora Liu acaba de publicar en la revista Nature la tesis en la que ella y su equipo han estado trabajando, donde se refleja la habilidad que la Diania tenía para desplazarse a gran velocidad y saltar con agilidad, a pesar de que este 'cactus andante' también se extinguió.

El equipo cree que algunos de los apéndices de la Diania evolucionaron hasta convertirse en articulaciones depredadoras que dieron más capacidad de supervivencia a los artrópodos.


Fuente | 20 Minutos

martes, 18 de enero de 2011

Cataluña tenía palmeras hace 70 millones de años

Un equipo de paleontólogos catalanes ha logrado reconstruir por primera vez una palmera de hace unos 70 millones de años, en base a los fósiles hallados de unas ochenta hojas y decenas de troncos y raíces hallados en el yacimiento arqueológico de Fumanya (Barcelona).

La investigación, que publica la revista 'Review of Paleobotany and Palinology', identifica cómo eran los ejemplares de la palmera 'Sabalites longirhachis', así como el entorno donde vivían, lo que ayuda a conocer mejor el ecosistema en el que habitaron los últimos grandes dinosaurios saurópodos.

Dicha especie vegetal se encuentra "en el inicio de la historia del linaje de las palmeras", ya que se conocen restos en yacimientos franceses de hace unos 84 millones de años, si bien estas especies no han sufrido muchos cambios físicos en su historia evolutiva.

La investigación ha contado con la participación de los investigadores del Instituto Catalán de Paleontología (ICP), Josep Marmi; de la Universidad Claude Bernard de Lyon, Bernard Gomez; y de la Universitat de Barcelona (UB), Carles Martín-Closas y Sheila Villalba-Breva.

En concreto, la 'Sabalites longirhachis' podía alcanzar los 14 metros de altura, con un sistema de raíces dispuesto de forma radial en la parte más superficial del suelo y un tronco liso y recto con una corona de hojas palmeadas en su extremo superior, bajo el que se situarían las hojas secas y muertas, todas ellas características similares a las actuales.

Asimismo, el estudio ratifica que el clima de la zona en aquel periodo era tropical, con pequeñas áreas pantanosas en las orillas de lagos de agua dulce.

Los yacimientos de Fumanya, con 38.000 metros cuadrados en los que se han contabilizado unas 3.500 huellas de dinosaurio y se han identificado restos de fósiles de huevos y de huesos de dinosaurio, es uno de los más importantes de Europa del Cretácico Superior.


Fuente: Europa Press

sábado, 15 de enero de 2011

Descubren un ancestro de los dinosaurios depredadores

Investigadores de la Universidad Nacional de San Juan en Argentina han descubierto en el noroeste de este país un nuevo dinosaurio, el 'Eodromaeus', que vivió al inicio de la era de los dinosaurios, hace alrededor de 230 millones de años. La nueva especie se describe en la revista 'Science'.

Este pequeño corredor de dos patas del periodo Triásico tardío es similar en algunos sentidos a su contemporáneo el Eoraptor, pero también muestra diferencias significativas que arrojan luz sobre los primeros días de la evolución de los dinosaurios, una época de la que se conoce relativamente poco.

Tras comparar dinosaurios, el equipo de Ricardo Martínez ha concluido que el Eodromaeus es un ancestro inicial del linaje de los terópodos, que incluye a los dinosaurios depredadores. Y el Eoraptor, considerado generalmente un terópodos también, de hecho es un ancestro inicial del linaje de los saurópodos, que incluye a los herbívoros de cuello largo.

El Eodromaeus tenía más características de los terópodos en su cráneo, como una abertura cerca del final del hocico llamada 'fenestra' proximilar, así como otras características 'derivadas' en su pélvis y miembros. El eoraptor no sólo carecía de estas características sino que también tenía más características de saurópodos, incluyendo grandes fosas nasales y una ristra de dientes inferiores en primera línea.

Sin embargo, ambas especies tenían menos de 2 metros de largo y corrían sobre dos patas y estas similitudes generales sugieren que los tres clados principales de dinosaurios (orniticianos, sauropodomorfos y terópodos) sí que compartían un plan orgánico generar en el Triásico tardío, antes de que los dinosaurios alcanzaran su fase de dominio a inicios del Jurásico.

Los fósiles de Eodromaeus fueron descubiertos en la formación de Ischigualasto en el noreste de Argentina que ha proporcionado otros importantes fósiles de dinosaurio. En su estudio, los autores también fecharon la formación de Ischigualasto y analizaron las tendencias en la diversidad entre los dinosaurios y otros herbívoros. Parece que los dinosaurios fueron más diversos y comunes en esta región durante el Triásico inicial de lo que se pensaba.

Además, los primeros dinosaurios no parecían haber aumentado en diversidad a medida que los herbívoros no dinosaurios desaparecían, lo que sugiere que su asentamiento global no fue el resultado de un reemplazo de los nichos abandonados como sugiere una hipótesis.


Fuente: Europa Press

lunes, 8 de noviembre de 2010

El primer gran depredador de la Tierra no era tan fiero

El enorme camarón carnívoro que gobernó los mares de la Tierra hace unos 1.500 millones de años, y al que se le ha adjudicado el título de primer gran depredador de nuestro planeta, pudo haber sido realmente más manso de lo que se presenta.

Un nuevo modelo 3-D de la partes de la boca del Anomalocaris, junto con la evidencia de que estas piezas no eran duras como los dientes, sino flexibles, muestra que el famoso depredador no podría haber quebrado las cáscaras duras de los trilobites y otros animales que habitaban los mares en esa época.

Es más, no hay pruebas de contenido gástrico o heces fosilizadas que muestren que el Anomalocaris 'comiera nada lo suficientemente duro como para dejar una huella fosilizada'. De hecho, fue esta falta de evidencia fósil sobre preferencias dietética la que inspiró la investigación, dijo el paleontólogo James "Whitey" Hagadorn, del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver (EE.UU), y que presentó sus descubrimientos en la reunión anula de la Geological Society of America.

"Se suponía que vagaba por los mares del Cámbrico engullendo trilobites y todo lo demás", dijo Hagadorn. Pero la boca en forma de espiral y los apéndices asociados, como la barba de Anomalocaris, parecen haber sido flexible de acuerdo con los restos fósiles, dijo. No están mineralizados como el exoesqueleto de los trilobites que supuestamente les sirvieron de comida.

"Ni siquiera podía cerrar la boca", dijo Hagadorn. Y no había manera práctica de que estas partes de la boca puedieran producir la fuerza necesaria para romper una cáscara de langosta moderna, ni una cáscara de camarón, que fueron utilizadas como análogos de un caparazón de trilobites en el modelo.

Anomalocaris no era un devorador de trilobites. Pero el estudio no ayuda a explicar lo que esta bestia impresionante del Cámbrico comía.

"Tal vez ingería y luego escupía hacia fuera", especuló Hagadorn. Otra posibilidad es que de alguna manera rompiera el alimento que estaba comiendo en partículas muy finas antes de ingerirlo. En este momento lo único que parece cierto es que el depredador más grande conocido del Cámbrico, es más misterioso que nunca.


Fuente: Europa Press

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Los neandertales eran promiscuos

Un estudio de las universidades de Liverpool, Southampton y Calgary en Reino Unido con fósiles de dedos muestra el nivel de promiscuidad de los ancestros humanos y de los neandertales. Los resultados del trabajo se publican en la revista 'Proceedings of the Royal Society B'.

Los científicos utilizaron tasas de dedos de restos de fósiles de esqueletos de simios primitivos y homínidos extinguidos como indicadores de los niveles de exposición de las especies a los andrógenos prenatales, un grupo de hormonas que es importante en el desarrollo de las características masculinas como la agresividad y la promiscuidad.

Se cree que los andrógenos, como la testosterona, afectan a la longitud de los dedos durante el desarrollo en el útero. Los niveles elevados de las hormonas aumentan la longitud del dedo cuarto en comparación con el segundo dedo, dando lugar a un bajo índice de la tasa con el dedo anular.

sábado, 16 de octubre de 2010

Los tiranosaurios practicaban el canibalismo

Los 'Tyrannosaurus rex' no sólo se alimentaban de otros dinosaurios sino que además se devoraban entre sí, según un estudio de la Universidad de Yale en New Haven (Estados Unidos) que se publica en la revista 'PLoS ONE'. Los investigadores han descubierto marcas de mordiscos en los huesos de estos gigantes que fueron realizadas por otros 'T. rex'.

Nick Longrich, investigador principal del estudio, buscaba entre las colecciones de fósiles de dinosaurios para realizar otro tipo de investigación sobre marcas de dientes de mamíferos cuando descubrió un hueso con grandes marcas. Dada la edad y localización del fósil, las marcas debían haber sido producidas por un 'T. rex'.

"Son el tipo de marcas que podría haber realizado cualquier gran carnívoro pero el T. rex era el único gran carnívoro en el oeste de Norteamérica hace 65 millones de años", aclara Longrich.

Sólo después del descubrimiento de que estas marcas eran de T. rex, Longrich determinó que el hueso también pertenecía a un individuo de esta especie. Tras buscar en una docena de huesos de T. rex en varias colecciones de museos, el investigador descubrió hasta tres huesos de pies y uno de un brazo, que mostraban evidencias de canibalismo entre T. rex.

"Es sorprendente lo frecuente que parece haber sido esta práctica aunque no estamos seguros de su significado", aclara el investigador. Las marcas son con seguridad producto del canibalismo aunque los científicos no están seguros de si los dinosaurios se comían los restos de los animales muertos como carroña o bien como resultado de la lucha directa entre estos grandes animales que diera lugar al festín del ganador con los restos del contrincante derrotado.

"Los grandes carnívoros modernos hacen esto todo el tiempo. Es una forma adecuada de eliminar a la competencia y conseguir algo de comida al mismo tiempo", apunta Longrich.

Sin embargo, las marcas parecen haber sido realizadas algún tiempo después de la muerte, lo que significa que si un dinosaurio mataba a otro podía comer las áreas de mayor tamaño y más accesibles y después regresar para comerse las partes más pequeñas como los huesos de pies y brazos.

Según señala Longrich, aunque se conoce sólo otra especie de dinosaurio que utilizara el canibalismo, el 'Majungatholus', esta práctica podría haber sido más común de lo pensado y un examen más minucioso de los restos fósiles podría hacerlo evidente.

El descubrimiento proporciona nueva información sobre los menos conocidos hábitos de alimentación de este depredador gigante que actuaba en solitario. "Estos animales se encuentran entre los carnívoros terrestres más grandes de todos los tiempos y la forma en la que comían era diferente a la de las especies modernas. Existe un gran misterio sobre cómo y qué comían y esta investigación ayuda a desvelar una pieza del rompecabezas", concluye Longrich.

Fuente: Europa Press
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