Nuevos datos indican que las fallas Limón y Pedro Miguel en el centro de Panamá se han roto de manera independiente y al unísono en los últimos 1.400 años, lo que indica un riesgo sísmico significativo para la ciudad de Panamá y el Canal de Panamá, según un estudio publicado en el último Boletín de la Sociedad Sismológica de América.
El Canal de Panamá está en plena expansión para permitir un mayor tráfico de buques más grandes, prevista para el año 2014. Como parte de una caracterización del peligro sísmico para el proyecto por encargo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), investigadores de la Universidad de San Diego estudiaron la expresión geológica y geomorfológica de las fallas de Pedro Miguel, Limón, y afines, seguido por un estudio en profundidad sobre su historia de terremotos y desplazamiento, considerados factores críticos en el diseño de las esclusas del Canal de Panamá y de las estructuras asociadas.
"La falla de Pedro Miguel en realidad se extiende entre las actuales esclusas que dan salida al Pacífico - la de Pedro Miguel y la de Miraflores - y la última ruptura de la falla como resultado de un gran terremoto se produjo en 1621", dijo el autor Thomas K. Rockwell, profesor de geología en la Universidad de San Diego. "Ese terremoto dio lugar a casi 10 metros de desplazamiento en la falla cruza el canal, y otro similar del histórico Camino de Cruces, la antigua carretera de adoquines que los españoles utilizaban para transportar el oro de América del Sur a través del istmo. "Otro terremoto de esa intensidad podría tener hoy efectos dramáticos", dijo.
La República de Panamá se asienta encima de la zona de colisión de dos placas tectónicas - Centro y Sur América - e internamente se deforma a un ritmo significativo. Las fallas de Pedro Miguel y Limón comprenden una zona que se extiende desde el flanco sur de la Sierra Maestra, en el norte central de Panamá hacia el sur, durante al menos 40 kilómetros cruzando el Canal de Panamá entre las esclusas de Miraflores y Pedro Miguel, y se extiende hacia el sur, mar adentro en el Golfo de Panamá.
El trabajo paleosísmico de Rockwell y su equipo demuestra que tanto la falla de Limón como la de Pedro Miguel son sísmicamente activas, que tiene una tasa de recurrencia relativamente corta para que los grandes terremotos, con desplazamientos en el rango de 1,5 a 3 metros. El evento más antiguo en la falla de Pedro Miguel se estima en el año 455 después de Cristo y es mayor que cualquiera de los acontecimientos registrados en la falla Limón. Sin embargo, el penúltimo evento de Pedro Miguel y el tercer caso de Limón identificados en este estudio tienen edades muy similares, alrededor del 700 después de Cristo, y puede representar la ruptura completa de las fallas en la zona.
La aparente facilidad de estas dos fallas para activarse al unísono tiene implicaciones importantes para Canal de Panamá. Aunque ninguna de las dos fallas pasa debajo a a través de estructuras críticas, la zona y las estructuras serían objeto de importantes sacudidas. Los autores señalan que la proximidad de la ciudad de Panamá a esta zona de fallas activas, y la falta de consideración de las cargas sísmicas en los códigos de diseño estructural, pone a esta zona en alto riesgo sísmico, especialmente antes de que los edificios actuales se puedan reemplazar por otros más resistentes.
Fuente: Europa Press
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