El consumo excesivo de agua se denomina potomanía y puede ser síntoma de un desequilibrio psiquiátrico, ya que tiene aspectos en común con otros trastornos del control de los impulsos.
Se trata de un trastorno relativamente desconocido, que consiste en un deseo frecuente de beber gran cantidad de líquido, de manera compulsiva y sin sentir en especial sed, y acompañado de una sensación placentera.
Cuando una persona es consciente de que bebe demasiada agua, alrededor de 7 o más litros, debería acudir al especialista en endocrinología con el fin de descartar cualquier trastorno hormonal u otra patología que afecte al área hipotalámica, lugar donde se encuentra el centro que regula la sed.
Beber cantidades exageradas de agua u otros líquidos, generalmente no causa hiperhidratación, siempre que la hipófisis, los riñones y el corazón funcionen con normalidad, ya que el organismo elimina el exceso. La reiteración de episodios repetidos y mantenidos de potomanía, puede alterar el buen funcionamiento de los riñones, la composición de la sangre y el equilibrio de fluidos y electrolitos dentro del organismo.
El exceso de líquidos puede ocasionar que los componentes de la sangre se diluyan, y se produzca un desbalance en la concentración de electrolitos.
La hiponatremia es una consecuencia grave que puede aparecer en caso de potomanía, y consiste en que el organismo concentra una cantidad muy baja de sodio en la sangre (natremia es inferior a 120 mEq/l).
La hiponatremia grave impide el funcionamiento normal del cerebro, los músculos, los órganos y el metabolismo. El resultado puede provocar nauseas, cefaleas, letargia, convulsiones y coma.
Fuente: Detox
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