En 1937 dos hermanos tenían un sueño: querían ayudar a la gente a aprender, recordar y transmitir los valores tradicionales chinos a través del mito, la leyenda y los principios del confucianismo. Para ello disponían de un pequeño terreno pero querían llegar a un público más amplio, por lo que decidieron ampliar el lugar incorporando un jardín, que sería conocido como Jardín del Bálsamo del Tigre, donde las leyendas chinas podrían convertirse en realidad.
Situado a lo largo de la ruta de Pasir Panjang, el parque ha vivido tiempos mejores, ya que en la actualidad tiene pocos visitantes, pero sigue siendo una experiencia recomendable si viajas a Singapur.
El parque contiene 150 dioramas y más de 1.000 estatuas que muestran diversas escenas y personajes de la historia china, sus leyendas y su folclore.
Se recomienda no dejar a los niños solos ya que algunas escenas son muy violentas. Y es que en este lugar no encontrarás personajes como Mickey y Pluto repartiendo globos.
Aw Boon Haw y Aw Boon Par, que así se llamaban los dos hermanos, diseñaron el parque siguiendo la forma de un dragón de 60 metros. A lo largo de este camino algunas escenas sorprenden tanto a los que ya están inmersos en la cultura china, como a los que desean ampliar conocimientos sobre ella. Para los que no tienen conocimientos previos sobre el tema puede resultar desconcertante y tal vez inquietante.
Muchas de las estatuas y dioramas reflejan movimientos artísticos de finales de los años 30, con una extraña mezcla de art deco y surrealismo. Qué pinta la Estatua de la Libertad en este parque es una incógnita.
Al recinto se le cambió el nombre para reflejar los nombres de los creadores, y es conocido como Haw Par Villa desde 1985 en honor a ellos. Este cambio se produjo después de la venta de los terrenos de la familia, en 1979, a la Junta de Turismo de Singapur.
Como sucede a menudo cuando los proyectos creados por particulares son asumidos por las autoridades públicas, al hacerse cargo del parque la Junta de Turismo, éste entró en declive. Muchos de los dioramas y estatuas originales fueron retirados para ser sustituidos por otras atracciones más modernas.
Uno de los dioramas originales que se han mantenido es el de las "Diez Etapas del Infierno". Según las leyendas chinas, el alma debe pasar por diez juicios antes de que se le permita la entrada al Cielo.
La Junta de Turismo puso la entrada al parque gratuita en 1996 como respuesta a su pérdida de popularidad, y construyó en el recinto un Centro de Patrimonio Chino.
Recientemente instalaron una reproducción del "Tiger Car", propiedad del difunto Aw Boon Haw, que debió causar un gran revuelo al pasearse por Singapur montado en este coche en los años 30. Aunque actualmente el parque no está en su apogeo es un lugar poco común, y ofrece una alternativa al bullicio de una de las ciudades más globalizadas del mundo.
Créditos de las imágenes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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